domingo, 10 de junio de 2012

NO ES MÁS CIERTO






NO ES MÁS CIERTO


Y tú me pides que me calle. ¡Tú!
Que me defiendes porque quieres. Y porque yo te lo pedí.
Que deberías decirme ¡grita que es la hora de gritar!
De ser escuchados. De contar la verdad.
Pero la verdad no importa a nadie. Más diría,
no es más cierto,
que la verdad molesta.
Incluso a los que con la verdad comercian:
para hacer de ella una mentira disfrazada
de cosa cierta. Cosa juzgada.

¿No es más cierto que entre su verdad y la mía,
la mía no vale nada?

Y tú me dices que me deje emparedar entre los muros del miedo
para el resto de mi vida. Que aquí no ocurre nada y que lo olvide.
Hablamos de justicia, ¡hagamos con ella justicia!
Dejémosla donde la malparieron:
en el barro del camino que no lleva a ningún lado.
Ese que orina y pisa todos los días el ganado.
Miles de pezuñas batiendo la ponzoña, a la carrera hambrientas,
hacia la hierba verde y fresca. Lejos, lejos de la justicia.
Que no alimenta y siempre mancha.

Y tú que hablas porque sabes de qué hablas me dices:
-          Cállate y estate quieto. Hazte el muerto. O te matará la policía del estado.
Solo uno más soy entre cientos de cadáveres. Que serán ejemplo para nada
y vergüenza para nadie.
La injusticia no lo es cuando emana del estado.
¿No somos todos el estado?

No se hable más, pues hay justicia.

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