AGUA QUE NO HAS DE BEBER
Dice
la prensa seria y la contraria
la
oficial gubernamental y la antirégimen
que el
agua de la piscina se vaciará después del acto:
inaugural
besucón y autocomplaciente como todos.
Que
drenarán el vaso, el de la piscina,
después
de cortar la cinta para los homenajeados:
presidentes
alcaldes alcaides, lo de siempre.
Los
otros están en la trastienda, ocultados, que no escondidos.
A la
sombra, para algo son presos.
Carne
de tortura humillación amenaza e insulto.
Que
por eso son presos.
Y la
piscina no será para ellos. Será para…
¿Para
qué la hicieron? O para quién.
También
dice la prensa que los televisores, los 650 aparatos,
que
colocarían en las celdas de los presos quizás para matar el tiempo
o para
matarlos a ellos de aburrimiento
están
en el almacén. Y que de ahí no saldrán
salvo
pago de su importe a precio de mercado por algún interesado.
Los
presos no deben ver la tele. Aunque no sé si llamar a esto castigo
o
compasión.
Contraria
a la piscina, la tele sí es una tortura.
Así,
puede que alguien cambie de opinión y se los pongan. Por eso mismo.
Presiona
la prensa, de ahí su nombre prensa, actúa el político.
De ahí
su nombre.
No
está la sociedad dispuesta a que el preso no viva infeliz.
El preso
debe sufrir, que algo habrá hecho.
Y
seguro muy malo. De ahí ser preso.
¡Volvamos
a las mazmorras, que no vean la luz del sol!
Pongámosles
grilletes, metamos veinte en una celda.
Que
arañen en el adobe los años de cautiverio
hasta
que se queden sin dedos.
Y tira
bien lejos la llave, si han de salir que sea muertos.
Del
Expreso de Medianoche hagamos un libro de maltrato,
si es
contra el preso sólo será trato.
Volvamos
a la edad media
cortémosle
la cabeza quememos al preso en la hoguera.
¿O
será al revés? ¿Qué duele más?
Y
cuando vean los presos la piscina con su vaso seco,
se
dirán:
está
el vaso medio vacío porque no tenemos agua
medio
lleno porque tenemos piscina.
Será
esto lo importante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario