CAJA DE SORPRESAS
Había venido a verte
con intenciones conciliatorias
repaso de la problemática
y análisis de las diferencias.
Hacer un estudio quizás
pormenorizado de los detalles que nos separan
y las largas distancias
que nos alejan.
Tanto, como que la
distancia es el olvido y el olvido una bendición.
Benditos seamos, pues,
ya que bendecidos por al amor la paz y la suerte,
no fuimos.
Había venido a traerte
mis bendiciones en una caja:
cerradura doble siete
candados compartimentos secretos.
De oro falso y madera
innoble:
hecha de unos trozos
que sin arder quedaron
de aquel incendio que
nos dejó sin casa.
Casi sin vida y sin
esperanza.
Perder es fácil
recuperar difícil.
Dar un paso atrás para
llevarlo todo a su estado original,
y volver a empezar,
resulta improbable.
De la caja con mis
bendiciones que he mencionado
no me pidas las llaves.
© CHRISTOPHE CARO
ALCALDE
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