CERRADO POR REFORMA
Con el martillo más
grande que jamás se haya visto
machacarías con rabia,
y muy a gusto, la mesa del mundo.
Que nada es como
querías nada ocurrió como esperabas.
Nada se parece al
cuento que te contaron.
Que te han cambiado el
contrato y las condiciones de pago.
Tampoco son éstas las
prestaciones del servicio que eran aquellas.
Ya no hay tiempo de
garantía ni plazo de queja.
Tampoco nadie para
atender tus protestas que si alguno fue solidario lo echaron.
No solucionarás a
golpes tus demandas ni saciarás tu sed de justicia.
No calmarás tu hambre
de recompensa.
Imposible evitar, ante
todo, tener una visión fatalista.
Que no te agarrote ni
estrangule tus expectativas.
Que no te destruya que
no amartille tu ánimo
ni tus energías.
Imposible es, teniendo
en tus manos el martillo más grande del mundo
que jamás se haya
visto,
y estando ante ti la
mesa de ese mundo egoísta injusto y absurdo,
no querer destrozarlo.
© CHRISTOPHE CARO
ALCALDE
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