sábado, 20 de abril de 2013

INVITADOS



INVITADOS


Qué difícil es creer lo que me cuentas:
te llamó la voz de la conciencia para reunirse contigo.
Quiere hacerte una entrevista face to face;
por si la cara va a resultar el espejo del alma.
Que con claridad y convicción expongas los hechos
que te forzaron a tomar decisiones para las que preparado no estabas;
ni mecanismos de autodefensa tenías.
Obligados somos a seguir caminos que nunca gustaron.

Por qué engañaste por qué mentiste. A cuántos hermanos traicionaste.
Qué te hicieron cuándo y por qué,
para tú renunciar a querer nada del mundo.
De este mundo vil y ruin: tu mundo y el mío a la postre.
Una bola de fuego contenida por agua salada. No desesperes,
llegará el día en que explote.

No puedo creer lo que cuentas hermano.
Que los terrores nocturnos las pesadillas los delirios
te persiguen nada más cierras los ojos.
Y que al abrirlos no desaparecen.
Has cometido tantos errores, has atropellado a toda esa gente.
Has borrado la existencia de inocentes gritando miserere miserere.
No hubo piedad en tus actos no hubo clemencia en las decisiones.
Ni gestos de humanidad ni palabras de comprensión ni afecto alguno
por todos tus suplicantes.

Confundiste la firmeza con corazón de piedra la bondad con debilidad.
La autoridad con tiranía la amistad con cobardía.
La indulgencia con vicio.
No te convencieron los muertos ni te ablandó su lamento:
el clamor de los que se saben perdidos.
No hubo paz para nadie. No la tendrás tú tampoco.

Falto de credos ídolos y mitos, qué difícil empresa la tuya. Hermano.
Atrapados estamos cada uno en su propia mazmorra,
encadenados a la inexistencia del ser más inhumano y abyecto.
¡Qué otra cosa nos queda que aceptar nuestro destino de indignos!
Con el valor de los ya condenados.
¿Recuerdas ahora el clamor de los malditos?

En el último tramo del corredor de difuntos
al encuentro ha salido tu conciencia de muerto.
Para un face to face con que averiguar si alguien se apenará por tu alma.
Procura que los hechos expuestos sean hechos probados,
que la conciencia es terca y cuando se obstina no olvida:

Sin matarte te quitará la vida.

  


© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

No hay comentarios:

Publicar un comentario