CUIDADO
Esta mañana al despertar te oí
toser.
Casi te ahogabas mientras yo te
preparaba el desayuno:
leche avinagrada y moscas. Mi favorito,
por ser el que te da más vómito.
Para mí prefiero las galletas de
chocolate con leche merengada.
Tengo que cuidarme si quiero
cuidarte.
El problema es que no quiero.
Por eso esta mañana en que casi te
ahogabas creí ver la solución
a esta inútil tarea de atenderte,
de servirte como esclavo sin
salario.
Y sin ser visto.
A tu lado me he desvanecido hasta el
punto de volverme transparente.
Transparencia turbia en ocasiones
hacia lo opaco por momentos
cuando siento, o presiento, que te
mueres.
Adivino no soy: nunca acierto.
Y me ahogo que esta vida aquí a tu
lado
ya no es vida ni la tuya ni la mía.
Flor fuiste para mí sí.
Flor de un día que es el resto del
tiempo flor marchita.
Tu dulce mirada me duró un
parpadeo.
Tus besos solo medio.
Tus abrazos ni hubo tiempo.
¿Me querrás siempre?
Para siempre aquí estaré. Y no será
porque te quiera.
Será… será…
Esta mañana al despertar te oí
toser casi te ahogas.
Casi.
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