domingo, 29 de julio de 2012

TIEMPO DE PRESBICIAS




TIEMPO DE PRESBICIAS


“Doy graacias a la vidaaa”... Desde que estoy perdiendo la vista.
Cuántos disgustos me ahorra este precioso regalo.
Sí, lo sé.
Poco vistoso.

Sin duda es una gran ventaja no ver lo que está pasando.
La no información es la mejor defensa, evita el sufrimiento.
No confundir con desinformación. Más habitual,
pero a mayor intoxicación más daño.

Dice mi médico que debo ponerme gafas.
Que sea otro ciudadano modelo y me deje de resistencias.
Hay que ver para actuar después.
El problema es que yo no quiero.
Puestos a no querer, ni siquiera me apetece mirar. Que duele lo que se ve.
Más lo que no se ve.
Y ya dolores me sobran.
Así que yo quiero ser más ciego, que el que no quiere ver.

Porque ver es sufrir y sufrir es solo una forma de irse lentamente muriendo.
Bien es cierto que hace tiempo dudo de si estoy vivo o muerto.
No veo porque no quiero, no oigo por el grito que llevo dentro.
No hablo pues me dejó mudo el espanto. No siento.

Sin embargo, presiento.
Que esta huída hacia la oscuridad será un camino sin retorno.
Un andar entre las sombras de todos los que me rodean.
Muertos que no saben que lo están.
Agarrados a una vida que no es. En un mundo que se fue y no volverá.

Ver es descifrar los rebotes de la luz. En su ausencia, no hay nada que ver.

Si somos sombras viviendo en este mundo de tinieblas,
para qué quiero yo gafas.

© CHRISTOPHE CARO ALCALDE


No hay comentarios:

Publicar un comentario