UN MARIANITO!
Ay Marianito Marianito,
tan serio que parecías, y tan bufón
de la corte sin corte
pero que es la que más corta: se
empieza por el bacalao
y se acaba por las cabezas.
Tan valiente al tomar la salida,
tan cobarde a media carrera.
Que defendernos juraste, pero proteger
a tu poder hoy perjuras.
Poder que no es tuyo y sí el que a
ti te puede y a nosotros ahoga.
No te importe, sabes que aquí no
está tu gente así que, defiende.
Defiende al que te somete.
Ay Marianito Marianito,`
que antes todo lo criticabas y hoy
todo lo justificas.
Que con tus decisiones al vuelo,
¿no viste que era un señuelo?,
vas de tropiezo en tropiezo y nos
obligas a levantarte.
Haciendo muecas de no quererlo,
Muecas que son solo gestos porque
querer sí quieres.
¿Quién, si no tú, puede tomar
decisiones?
Veo en ti mansedumbre donde debías
tener agallas.
Valor para salir de la senda que a
otros ya ha perdido,
léase Portugal o Grecia.
Y de nosotros que siendo más, has
hecho de nosotros nada.
¿Sólo tú eres responsable de tu
falta de coraje?
También los que te dieron
confianza, pues no eres hombre de ley.
Más de real decretos, así no hay
que debatirlos y vosotros,
los tuyos y tú que sois cada día
menos,
os quedáis contentos.
Ay Marianito Marianito,
que cada día que hablas lo haces
para cagarla.
Cada decisión que tomas lo es para
jodernos más.
Sólo te he oído gritar para decir ¡viva
el vino!
¿Una señal quizás de por dónde iban
a ir los tiros?
Ir que ha resultado venir y contra
quién ya lo hemos visto.
Decían aquí en mi pueblo, de un
pobre desgraciado muerto,
que cada día que hablaba a todos
nos subía el pan.
Mira que en tu caso es cierto.
Cedes a los mercados a costa de
nuestro trabajo.
De los pocos que aún lo tienen
porque ahí siguen
mirándote los parados.
¿No eras tú el que los iba a poner
en marcha?
Será que entendimos mal, porque hoy
a todos nos dices marcha.
Que esta tierra no te pertenece de
todo lo que está endeudada.
Marcha sí, pero no olvides pagar
tus deudas. A los mercados,
esos que a ti te mandan
y a los demás aplastan. Aquí ya no
se fía, porque de nadie se fía.
Nos aplastan porque te da la gana.
No pasarás a la historia por ser un
buen presidente,
y mira que tu anterior fue malo.
Por mentiroso y por mala gente.
Tampoco por ser un títere, ¡hay
tantos que como tú hacen cola!
A ver si les da un beso de lengua
la alemana matriarca
con sabor a metal y números.
Y todos esos puteros que se dicen
papás de esta Europa conquistada.
Otra vez a caer muertos los que
nunca tuvieron vida.
Marianito que decías estar al frente
en esta nueva batalla
el tiempo te ha faltado para salir
corriendo.
Nos has vendido Mariano, nos has
traicionado y al enemigo entregado
como moneda de cambio: por unas
monedas falsas tú carne de presa español.
El que dice estar orgulloso cuando
se emborracha porque Laroja gana.
El resto del tiempo calla. No vayan
a darse cuenta,
en esa otra media España.
A la prensa convocas lloriqueando.
Afirmando que no hay dinero.
No hay dinero para la gente que
está en la calle,
que está claro que no es tu gente.
Hay que reducir gastos porque así
nos lo manda Europa.
La rota, la egoísta, la
conquistada.
La de los eurodiputados con viajes
en preferente.
Suprimir ayudas inversiones y
funcionarios.
Empieza por ayuntamientos Mariano.
Sigue por diputaciones
y termina con el senado.
Y si tuvieras lo que no tienes,
también las autonomías.
También.
¿Has hecho cuentas de cuánto nos
cuesta el cuento?
Ese del autogobierno.
Siempre nos hemos quejado de que
Madrid está lejos
y no se entera de los problemas del
barrio que es la provincia.
Será que Bruselas nos queda cerca.
Y que le importan.
Has defraudado con más rapidez que
nadie.
Tú que en los debates vences porque
eres lento
y al oponente matas de
aburrimiento.
Has dicho, no dicho y redicho. Has
mentido, ¡cómo no!
Hubo un cómico en un tiempo que se
hacía llamar
Marianico el Corto.
¿Quién se inspiró de quién?
Porque cuando en la pantalla
apareces, no sé si lo que veo es cierto,
o una de tus pesadas bromas.
Ay Marianito Marianito,
¿nunca te han dicho que no tienes
ninguna gracia?
Pues ponnos ya un marianito
y calla.
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