PARQUE
Tengo a mis pies las hojas muertas
de este otoño.
De este tiempo que no es sino la
espera de un tiempo entre tormentas.
Pase lo que pase sé que acabaré
solo. Como solo estoy en este banco.
De este solitario parque aislado.
No vendrán a mí, seres queridos.
Tampoco lo harán mis enemigos.
Toca enfrentarse a este final próximo
como vine a este mundo:
llorando y desnudo.
Pero no me quedan lágrimas, no nos
quedan,
de tanto que por la vida hemos
sufrido.
Por culpa de la vida y por vivirla.
Ya lloré por todos los que fueron,
y se fueron.
También por los que sin serlo, se
quedaron.
Ya agoté de mí las energías.
Ya perdí las ilusiones, las
creencias.
Ya no queda asombro, sí decepción.
Ser no satisfecho de viejos, y
permanentes proyectos.
Solo proyectos.
En este momento digo adiós a todo
lo que se quedó dentro
y más que marchitó fuera.
A todo lo que soñé, que nunca fue
real por ser soñado.
A tiempo, no me di cuenta.
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