TODOS CAZADORES
Hola pasen adelante. ¿Dónde hay que firmar?
Lo sentimos es la ley. Nosotros, nada más que el mensajero.
No no lo sienten no me engañen.
Mensajero que es parte del engranaje de la máquina picacarne:
carne con ojos que late pero no vive.
Carne humana carne muerta puesta en pie atada al poste:
¡Fuego a la de tres!
La orden judicial dice firme aquí.
¿Aquí?
Sí. Donde pone sentencia de muerte.
De acuerdo ya está hecho aquí las llaves mi casa es su casa
quédense el tiempo que quieran. Yo ya me iba.
No olvide dejarnos su corazón y su alma antes de salir.
¿Estos?
Precisamente.
Aquí los dejo donde voy ya no hacen falta.
¿Y dónde es?
Al infierno. ¿No lo conocen? Está aquí al lado es la calle.
Gracias vaya con dios.
No las merece. Tampoco dios, fuera no está. El diablo sí,
afuera y aquí.
¿Compró usted la casa en aquellos maravillosos años?
Así fue. Sólo quería vivir. Para mí no fueron maravillosos.
¿Cuándo dejó de pagar?
Seis meses más tarde de que no me pagaran a mí.
No se lamente que su caso es uno más.
No lo hago, llevo en este bolso la paz.
¿Cómo es eso, nos dirá?
Esta paz es recortada, sin novedad como ven. Dos cartuchos
uno para cada uno. No quisiera envidias en mi casa que es su casa.
¿No hay preguntas?
Fuego a la de ya.
© CHRISTOPHE
CARO ALCALDE
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