A SALTO DE DÍA
¡Ya está bueno llegó el día!
Y cuántos debieron pasar para alcanzar este día.
Y cómo y de qué manera y por qué no es este lugar ni hora ni día
para venir a contarlo.
Días blancos, días que se quedaron en blanco.
Días negros, días para no recordarlos.
Días grises, ¡los más abundantes!
Que la vida no es blanca no es negra es un amplio espectro
de grises.
También días de colores, ¡éstos los favoritos!
Pues son los días que hacen que la vida además de volar,
sepas cuándo es vida vivida.
Están los días azules. ¡No dejen uno sin gastar! Son días para viajar.
Los de color rosa: han de tener los justos.
Que la vida la impulsan los sueños
pero se avanza despierto.
Días amarillos para correr. La forma, ¡mantengan la forma y las formas!
No son pocas las veces que superando el fondo, mejoran el contenido.
Días marrón chungo, éstos para salir corriendo.
Contra lo que no se puede, no se puede. Y mejor que chungo… chollo.
Entre carrera y carrera los verdes. Son días de la esperanza:
en que todo puede cambiar y mejorar.
Que no está todo hecho ni dicho ni tan siquiera pensado
¿y con ello qué nos queda?:
lo que queda se llama ilusión.
Otros los días rojos, éstos son rojo pasión. Ya tú sabes.
No me los dejen de lado pues sin ellos… todos se van echando.
Días malva para velar ausentes naranja para distraer a la gente.
Sienas bermellones cerúleos veronés prusias.
Días de todos los colores para sacar los colores.
Para ir y virar. Para hacer lo que les venga en gana.
¡Que hora va siendo de mandar al carajo a todo y a todos!
los que no se avienen
a ir por donde ustedes quieren.
Pero hoy, para Alejandra y Solomon será un corto día blanco.
Ella está blanca por fuera él es blanco por dentro y la noche
háganme el favor de pasarse esta noche en blanco
que mañana será otro día y el color…
Bueno ya se verá.
© CHRISTOPHE CARO ALCALDE
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