domingo, 7 de septiembre de 2014

PÉTALOS DEL PENSAMIENTO, parte 188



En otro tiempo hubiera fidelizado la compañía a su cliente con regalos de puntos canjeables… por otro viaje. Pero no había llegado esa época de sobornos blandos. Sorprendidos como dos idiotas Fausto y Charlotte se miran mutuamente.


-¡Oh…! ¿Y esto?


Esto no era más que miedo a lo desconocido. Los fantasmas de la ignorancia superando a los horrores de la certeza. Comportamiento de mente rota y voluntad aniquilada.


-El ruido del motor es insoportable. Deberíamos marcharnos.

-Oui. Por hoy ya hemos tenido suficiente. Un point cést tout! ¿Qué hacemos con la niña?

-Pregúntaselo.


Charlotte tiende la mano a la pequeña pero ésta no la recoge.


-Yo me quedo, ellos me necesitan.


Responde la niña con un francés infantil pero una madurez inquietante. Después retorna junto a su grupo de mujeres y cierra la puerta desde dentro. La niña se llama Madeleine, pero aquellas la han rebautizado como Kei: Bendición.


© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

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