sábado, 13 de septiembre de 2014

PÉTALOS DEL PENSAMIENTO,parte 217



Y su bioquímica cerebral segrega de forma natural el neurotransmisor adecuado para este tipo de situaciones. Dosis extra de noradrenalina como antídoto para la desesperanza. Es en este estado mental de buenaventura y confianza en el ser humano, no permanente por fortuna, que ella elabora su discurso positivista y crédulo. Casi ingenuo. Adoptando la posición del misionero pacificador, preclaro y conversor de ideas, que afirma sin sonrojarse que la verdad, sí, nos hará libres. No precisando a quién ni a cambio de qué.


-¿Qué te ocurrió? ¿Cuándo fue que te marchaste? ¿Quién te decepcionó de tal manera que ya no crees en nadie? ¿Cuántas veces fuiste traicionado? ¿Qué o quién te ha vuelto tan escéptico?


Charlotte formula su habitual batería de preguntas como ráfagas de ametralladora. En ocasiones su problema es la ansiedad, la prisa por saber y resolver. Él responde con un gesto desganado y enigmático. No tiene ninguna intención de contarle su historia, aunque sólo sea por no revivirla.

Para disimular tantas horas juntos, han pasado los días con la flauta entre manos. Ella finge que le enseña, él finge que aprende. No molestar a los pasajeros es una buena excusa para apartarse de todos. No siempre la música es bienvenida, ni bien oída; más cuando nace de una sencilla y chillona flauta.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

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