miércoles, 28 de julio de 2010

TORNAR


TORNAR


La vuelta al trabajo es la vuelta al embargo.
El embargo del tiempo.

Sacrificado hemos la vida por cuatro monedas.
Monedas de sangre, sudor.
Siempre lágrimas.

Nacidos encadenados a un mundo de pequeños tiranos.
Pequeños sólo por su número de esclavos.

Sustituido fue un día el pañal por la mortaja.
Y amortajados vivimos.
Amordazados morimos.
Amenazados siempre estamos.

No nos pertenece el futuro:
sólo pertenece al trabajo.
Tampoco el presente: es para ir haciendo futuro.
El pasado ya lo hemos entregado.

La vuelta al trabajo es la vuelta a una realidad que mejor olvidar.

Analfabetos en los placeres
Olvidados de la buena suerte
Irresolubles parejas de la desdicha.
Condenados a ver pasar los galeones
cargados de agasajos coronas flores:
para quienes nacieron ganadores.

Alzan la copa del triunfo los listos
no los talentosos.
Es el trabajo a la inversa.

Volver al trabajo es retornar el inframundo:
aquel que nos esconde en penosas galerías de hormigueros infinitos.
¿Eres obrera o guerrera?
¿Morirás defendiendo a tu reina o prefieres vivir siendo su esclava perpetua?
Si tu espíritu es aventurero podrás ser exploradora.
Y en arriesgada avanzadilla abrir caminos para ser por otros explotados.
En ellos, podrás dejar la vida.
Y si esto no te hace feliz, naciste en el lugar equivocado.

El traje del emperador es sólo uno.
Aunque su hilo nos parezca invisible.

Nunca te harás con él un abrigo.
Para ti, sólo queda pasar frío. Eres esclavo.


APARICIONES

APARICIONES


Vendrán mientras dormimos las fantasías de vigilia
hechas realidad de muerto.
Tendremos que escapar para no caer ni ceder ni perder.

Serán los días claros, tal vez oscuros,
mirando a un horizonte difuso.
Será la metafísica del absurdo,
del carnaval diario hecho sudor y sufrimiento.
Dormiremos ajenos a los conflictos que supone estar despierto.

Sentiremos un minuto de sosiego.
Tal vez dos, a lo sumo.

No doblarán las campanas por nosotros.
Nadie pensará cómo nos fuimos y vivimos.
Haremos del hecho infructuoso de vivir
una comedia.
Tal vez un drama.
Haremos que cada hecho relevante
sea la distracción del momento.
Si acaso, un pasatiempo.
No serán nuestras andanzas memorables.
Tampoco la historia con nosotros amable.

No veremos lograremos ni triunfaremos.

Al final, puede que tampoco
seremos.

lunes, 26 de julio de 2010

VENTILADOR


VENTILADOR


Hemos dado miles de vueltas sobre el polvo de una tierra evaporada
Sofocada a todas horas por el sol.

Amado, refugiado y vuelto a amar.
Entre cactus, espinas y la costra reseca del desierto.
Entre las olas del mar.

Subidos en la nube del descubrimiento y la expectación
el análisis de las preguntas no verbalizadas y las respuestas destiladas
a la paciencia de la observación.

Hemos observado con ojos de niño
de niño cansado
la enorme llanura de plástico grisáceo.
El desierto hecho invernadero.
El invernadero hecho verduras.
El desierto hecho fortuna.

Agarrados a la mano del afecto y la posesión
hemos caminado entre casuchas con babuchas.
Escuchado sílabas ininteligibles con forma de chilaba incomprensible.
Fumado-bebido bebido-fumado en la pipa del agua
del agua que baña y refresca
y taladra y surca y sorprende y asusta
el cansado y orgulloso y pétreo corazón de la Alhambra.

No hemos comprendido del todo este mundo andalusí
Ni hemos descifrado los enigmas de la historia
tantas veces reescrita y mal contada.
Hemos aprendido a salvar las trampas de ese cazador
inagotable y furtivo llamado cotidiano.
A entender los amores no siempre amantes de señora convivencia.

Hemos ido y vuelto y vuelto a marchar para volvernos a encontrar.
Ya no en el punto de partida.
Tampoco en la casilla de salida.

Algo hemos aprendido y conocido.
Mucho nos hemos.

Y por encima y por dentro
nos hemos ventilado.