martes, 30 de abril de 2013

EFECTOS SECUNDARIOS



EFECTOS SECUNDARIOS


Sí sí lo sé.
Que me miráis con ojos de envidia porque me veis tipo feliz.
Que lo percibo por vuestra jeta y esto os trae a malvivir.
No os culpo es natural en mi caso.

Satisfecho estoy con mi divorcio que me dejó en posición muy holgada.
Tres hijos tengo maravillosos quienes me admiran y aprecian.
Cuidan de mí y mis mascotas. Apoyan todos mis gustos,
e incluso algún pequeño gran vicio.

La familia sólo me da alegrías: ayer mismo sin ir más lejos
recibí la grata noticia de que murió mi tío más rico.
Y mira que yo tengo muchos, pero era este el que más me quería.
Tal vez por ser soltero y sin hijos.
Sin hijos que yo supiera. Anyway,
que dejó todos sus bienes fortuna y placeres,
a este que los suscribe.
A cambio de que le honre memoria cada vez que pise su tumba.
Sin dejar indicación de cómo ni cuándo ni cuánto,
el pacto no será problema.

Las empresas marchan a plena carga.
No hay crisis que me doblegue ni riesgo que no supere. El mes pasado,
superé otro cuarto millón de euros.

Las amantes son tolerantes y comprenden casi incentivan
todas mis infidelidades. Saben que es por mi salud,
física y espiritual.
El último chequeo médico no arrojó preocupación alguna,
pero conviene irse cuidando con el deporte más sano.

Si los amigos me quieren la familia me adora y el dinero me sobra,
¿qué más se puede pedir?

Amigos no desesperéis porque mis triunfos queráis emular.
Que aquí para ser feliz
basta con mezclar la medicación con alcohol cocaína y hachís.

Y eso es todo. A disfrutar.


© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

JUNTA DE ACCIONISTAS



JUNTA DE ACCIONISTAS


He superado récords de audiencia con mi llamada a la discapacidad.
Cansados los expectantes de tanta convocatoria protesta,
represivamente incapaz de resolver problemas de nosotros los nadies,
mi iniciativa resultó, una novedad.
Acudieron en masa comunidades dispersas:

La de regantes fue la primera. Reunidos habitualmente para limpiar el canal,
de sus ideas sin riego,
aportaron con devoción y entusiasmo azadas y malos modales.
Ambos indispensables para hacer un verdadero cambio.
Tanto mejor si es el cambio a peor. Para todos,
que aquí no se libre nadie.

Nada que ver con la Asociación de Consumidores Defensa.
Consumidos están de tanto atacar al sistema,
por precios abusivos en productos de desecho. Sin utilidad ni remedio.

El grupo de cicloturistas local trajo sus mejores armas: las piernas.
Para dar vueltas y vueltas sin meta ni objetivos.
Ni pedir nada por ello.
Han preparado un multitándem con poleas y cuerdas
para ver si sumando fuerzas sacamos al mundo,
de sus casillas. Pues loco ya está nadie notará el reemplazo
y al menos habremos intentado algo.

Los defensores de la naturaleza y adictos a la alta montaña
han llegado caminando.
Con sus crampones y botas de clavos,
vienen pisando fuerte y con garbo sobre todo aquel que el camino bloquee.
Abrirán una nueva vía que nos saque de este absurdo y negro callón
con salida para abonados. La llaman la Ruta Cortante.
No sé si por casualidad o porque se dirige hacia el norte.

Moteros descamisados les siguen echando humo y ruido;
que salen ambos por el mismo tubo.
Lo primero porque están quemados lo segundo porque ya están hartos.
Y no quieren seguir callados obedeciendo normas y señales.
¡No los límites de velocidad y Sí los adelantamientos en curva!
Opinan que no es sino otra forma de tenernos controlados,
y nadie cuelgue el cartel de cerrado por reforma.

Camioneros de burdel trasladarán la carga más delicada:
principalmente munición y armas. A repartir por las monjas
entre amas de casa asistentas y camareras. Infiltradas todas ellas
en residencias mansiones palacios y fiestas. Estudian si llamarlo asalto
o golpe de mano cercana.

Médicos residentes pondrán en primera fila,
del frente aunque de costado,
a los que son sus pacientes. Voluntarios los que no tienen remedio:
quieren un último gesto, de valor,
para ganarse el respeto.
Perdido por el camino con tantos ensayos y pruebas de estudio.
De estudio publicaciones premios y galardones.
Gracias a otro paciente muerto.

Contrabandistas sin trabajo, policías sin sueldo, profesores de auto escuela,
catedráticos de la universidad de la vida, putas por la libertad de prensa,
periodistas por una sodomización en primicia,  chocolateros descafeinados,
churreros a favor del tráfico, de vehículos pesados armas drogas y capitales,
cultivadores de maría en latifundios del estado, agricultores sin campo,
fontaneros del sexo, electricistas del vicio, anestesistas por una sobredosis justa,
panaderos en defensa de la miga dura, curas repartiendo migas y hostias,
anarquistas demandando hostias para todos, carceleros enjaulados, presos
en huelga de delito, carniceros sin sangre, carpinteros de la madera quemada,
encantadores de serpientes de goma, abusadores abusados, actores en paro
perpetuo, artistas del vagabundeo, folclóricas lavacortinas de humo, despechados
sin causa, resentidos en general, descontentos en particular, blasfemos entre
comillas, sitiadores de la sinrazón, revanchistas, activistas, derrotistas.

Reunidos todas las tribus gremios y clanes en esta Junta Extraordinaria
se aprueba por unanimidad:

Disolver la empresa, la corporación, el emporio, la multinacional, el país,

la sociedad.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

domingo, 28 de abril de 2013

PIADOSA ALUCINACIÓN



PIADOSA ALUCINACIÓN


Me he puesto el gorro cazatormentas entre gritos y aplausos
de los hombres rana. Entre insultos y burlas,
de las mujeres pantera.
Celíacos cianóticos tricotilomaníacos,
me proporcionan datos inexactos para un nuevo mapa del mundo.
Con territorios inexplorados, vírgenes.
Quizás por inhóspitos quizá por lejanos.
Tal vez por desolados.

Con mi gorro cazatormentas y mis guantes de seda atrapa lluvia
me propongo acabar con esta sequía de ideas y esperanzas.
No parece que arranquen a tiempo los vientos del cambio.
Ni que se deba poner al mal tiempo buena cara.
Ni siquiera poner las dos mejillas, ni una.
O conseguirás que te partan la cara. En ocasiones,
por nada.
La violencia es el recurso más socorrido, qué esperabas:
todo el mundo tiene a mano una mano.
Y cerca siempre hay un palo o una piedra.

Hoy he amanecido tan decisivo como enfermo. Será por eso
que me gustaría poner remedio expeditivo al conflicto
que nos ha vuelto cautivos.
No hay nada como la salud la salud no tiene precio ni rival.

La salud sí tiene un precio y nada como estar enfermo,
de rabia o terminal,
para reaccionar.

Descompensados histéricos bipolares trastornados,
arrimad los males para desplazar a los aparentemente sanos:
enfermos no reconocidos sin control ni tratamiento.
Hagamos entre todos un frente común.
A por ellos, al frente. Vamos.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

6, 6 Y 6



6, 6 Y 6


He reducido mi exposición solar al mínimo tiempo disponible,
con frecuencia escaso para las horas de solaz y disfrute.
Ahora me oculto entre las zarzas aunque me arranque la piel;
pero no me abraso con los UVA que se descuelgan del cielo.

Tengo que resolver cómo protegerme de la Mala Uva
que emana del suelo: incesante vapor de asfalto en días de chicharra.
¿Son los otros la fuente de ácido sulfúrico para rociarnos la cara,
todas las mañanas?
Frente al espejo de una realidad incómoda desagradable e inesperada.
¿Es el modo de vivir entre rencillas y mentiras el único posible en este Estado?
O es el estado de las cosas lo que torna respetos en reproches
reproches en calumnias calumnias en puñales.
Derechos en propinas propinas en limosnas limosnas en moneda de cambio:
Yo te mendigo tú me mendigas nosotros vosotros ellos se mendigan.

El cielo será de los desposeídos.
No deja de ser un trato justo: la tierra ya es de los poseedores.
Llámense, también aunque no importe, poseídos.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

BRINDEMOS



BRINDEMOS


Cariño me dijiste debemos hablar.
Y compré una tostadora para que,
de dos en dos igual que el par nuestro de cada día,
templáramos las ideas antes de arrojarlas a la cara como piedras de hielo.

Batimos tus agravios y los míos hasta hacer de ellos una crema espesa
con que cubrir casi todas las carencias.
Aquellas que no, fueron horneadas a máxima temperatura
con exterminio pirolítico de todo residuo y vida.
Que no quede rastro de los momentos raros.

Aficionados a los libros de cocina francesa y las recetas imposibles
preparamos grandes platos hechos con poco amor y prisas:
Le Nouveau Junk Food, la bautizamos.
Y exportamos por casas de amigos, provincias y países.
Triunfa hoy en el mundo entero esta vil forma de sobrevivir
alimentándose de sobras, despojos y productos malolientes caducados.

Metimos casi todas nuestras diferencias imposibles en la olla exprés,
tamaño maxi regalo de aquellos estúpidos primos del pueblo
por aquel lejano día en que sin quererlo nos casamos.
Reventó al igual que casi todo con un poco de presión. Y lo que no,
con más.

Asamos por Acción de Gracias un pavo que no gustó más que a los perros.
Para Navidad ya no nos gustamos nosotros.
Cariño hablemos que hoy es uno de enero.
Arranquemos al año nuevo nuevas promesas que sabemos nunca cumpliremos.
Cortémosle pedazos si fuera necesario para digerirlo mejor,
y evitar atragantarnos en este inútil empeño de vencer a lo invencible.
E inevitablemente perdido está.

Cariño hablemos comamos disimulemos follemos para matar el aburrimiento.
Salgamos a comer vayamos de copas quedemos con los amigos
para desentendernos.
Hagamos como que nos entendemos.
E interesamos.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE


sábado, 27 de abril de 2013

A-IKIDÕ



A-IKIDÕ


La mañana de autos mi editora dejó un mensaje
en el contestador de juguete que hay sobre la mesa del porche.
Ese al que nunca salgo porque siempre hace frío
y en todo se cagan los pájaros.

-¡Tengo algo importante! ¡Llama llama! ¡Es urgente!

Luego de un par de minutos de espera para hacerme el interesante,
con falso entusiasmo de este tenor respondí:

-Tú dirás. ¿Un nuevo contrato blindado? ¿Generoso anticipo
por un próximo artículo? ¿Dos libros más por encargo?
¿Participar en un concurso amañado? ¿Ghostwriter para un rostro popular?
¿Alguna presentación? ¿Entrevista cerrada para el New York Times?
¿Pase de prensa con figuras y autoridades? ¿Talk Show
con el primer canal en Prime Time? ¿Cena homenaje de gala?
¿Tour promocional por las doce capitales románticas de Europa central?
¿Un pase de

-¡No no no no no! Afloja las expectativas. Para.
Es un contestador japonés. De esos inteligentes
que interactúan con la gente y entablan conversación.
Ya no te exigiré ser amable con nadie. ¿Te gusta?

-Sayonara, Ikidõ.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

viernes, 26 de abril de 2013

ALMÍBAR DE TANGO



ALMÍBAR DE TANGO


Seremos no más que dos pájaros cautivos
cautivos del desengaño y el dolor
por todo aquello que esta vida de trampas y mentiras
pobres desgraciados
nos robó.
Y hoy dudo de si nos pertenecía
o fue tan solo, otra ilusión.

Seremos dos almas con más pena que gloria
con más llanto que alegría y más desamor que sueños.
Perdimos ya toda esperanza
de reparar nunca el corazón.
Roto hoy en mil pedazos
más todos los que por el camino se perdieron.

No habrá salida que resuelva este destino
el de los amantes separados por un trágico final.
No habrá manera de dar forma a nuestras vidas.
De deshacer los nudos que estrangulan la garganta
y atenazan el estómago hasta dejarnos en nada.
Y no podremos comer ni respirar sin uno el otro
no diré por siempre, no diré jamás.

Abrí ayer todas las puertas dejé las ventanas de par en par
por si algún otro pájaro perdido
quisiera a mi hogar entrar
bien por interés
o casualidad.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE


jueves, 25 de abril de 2013

MARQUE SU PIN



MARQUE SU PIN


Comprimido entre las prisas de la cajera y el agobio de los demás clientes
disparado he salido contra la pared de enfrente.
Espachurrado como una mosca contra la tele
en la cima estoy del tablón de anuncios. Donde se cuelga
y se muestra la gente.
Dudo si es una deferencia del supermercado
o el perverso regusto de ver que sus clientes
también son paganinis, y humillados.

Por mi parte, orgulloso estoy de llegar a lo más alto.
Y superar al fin al resto de la peña:
competidores feroces por desechos de oportunidades.
La gravedad tiene sus insistencias y aunque pegajoso, voy escurriendo.
Resbalo por el corcho como zumo de tomate. Hago requiebros
entre chinchetas y papeles. Entre tanto: voy leyendo.

Médico de familia sin familia ni prejuicios se ofrece de camarera. A ser posible,
alterna.
Bombero en excedencia forzada por prender fuego a las llamas
busca trabajo de buzo: bajo el agua pocas son las cosas que arden,
necesito corregir mi dependencia.
Ama de casa despechada capta amantes poco exigentes,
con disponibilidad geográfica y generosidad garantizada.
Doy menos de lo que prometo y cobro más de lo que valgo.
Profesor de varias lenguas nativo de todas ellas,
trabajaría por el mínimo salario común múltiple
en una planta de envasado: he oído que es el único lugar del mundo
donde se puede estar rodeado de bocas y no oír una palabra de ellas.
Necesito, lo que se dice, desconectar.
Leñador sin monte que tronchar solicita puesto humilde
en vivero de semillas al viento. Para reconvertirme y meditar
qué puede sentir un árbol antes de caer muerto.
Ciclista de paseo en filas de tres por reviradas carreteras comarcales,
demanda oportunidad para practicar con buldócer. Y arrollar
a ciclistas de paseo en filas de tres por estrechas carreteras comarcales.
Domador de leones en período de pruebas necesita urgente puesto
en tienda de mascotas. Ya me han devorado tres veces,
quiero invertir los papeles.
Idiota sin remedio se regala por un buen sueldo
a cualquier dirección general. Tengo una gran familia de estúpidos
que puedo recolocar. Ninguno posee ideas ni estudios,
y aunque se da cualquier día, no desaprovechen mi oportunidad.
Ladrón con tres carreras cuatro idiomas veinte años de experiencia
en la cárcel por atracos y asaltos,
se entrega en jornada completa para custodiar ministerios.
Y ya no se tendrán que preocupar, por ninguno de ellos.

Yendo por la mitad del cuadro por donde,
cual babosa de sangre negra y coagulada, voy cayendo,
he topado con uno del que no consigo desprenderme.
Depresivo como ninguno y más turbador que cualquiera, dice así:

Presidente malversador de asociación de poetas sin lustre
cambia su puesto por criador de lubinas. Cuentan que en ellas,
cuanto te miran se ve que hay vida.
Aporto esta asociación de indigentes para fabricar harinas.
Y alimentarlas.
No busco en el trueque otra cosa,
que alegrarme el día.

  

© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

miércoles, 24 de abril de 2013

LABORATORIOS DE RIESGO



LABORATORIOS DE RIESGO


Turbado estoy ante la subjetividad del momento
y la incoherencia crítica del proceso ensayo error otro ensayo.
Y mira que van unos cuantos pero sin vislumbrar el éxito.
Seguiremos probando a ver qué tal. Por si tenemos suerte
y el experimento no falla ni nos revienta en la cara.

Es lo que trae la investigación; el abrir caminos inexplorados
contra natura y contra toda razón.
Son tan fuertes los enlaces que unen sucesos y cuerpos
que su recolocación en el espacio y el tiempo
con frecuencia se manifiesta en forma de gran explosión.
A la que sigue la implosión de respuesta;
llamada en su caso causa y efecto, de otro ensayo. Y error.

Puede tener consecuencias fatales revertir
el orden de las cosas y acontecimientos.
Cambiar de nivel las partículas de alta energía,
o descomponer en fragmentos dispersos la estabilidad
que da sentido a lo que llamamos materia. Bien sea orgánica
o su contraria.
Ignoro quién detenta mayor responsabilidad
ante la eventual fatalidad de sucesos no deseados.
Si el iluminado que tuvo la idea o el sueño,
en ocasiones no más que una pesadilla mal interpretada
por la ansiedad del soñador o el momento;
o si corresponde al ejecutor sin reparos obediente manso
falto de preguntas respuestas objeciones alternativas e ingenio
que en la práctica desarrolla otro intento.
Sin analizar los datos sin valorar los informes sin calcular el momento.
Sin predecir consecuencias como si con él no fuera el proceso.
Y puede que esto sí sea cierto.

Pongamos que hablo de ciencia, y de sus átomos.
Pongamos que hablo de política, y sus desastres.




© CHRISTOPHE CARO ALCALDE


martes, 23 de abril de 2013

TOMANDO EL SOL



          TOMANDO EL SOL


          Éramos niños acomodados de familias ricas con posición e influencias.
Con todo a nuestro favor para triunfar:
destino a la cima del mundo.
De no ser por algún miedo ocasional a las alturas,
y alguna debilidad poco conveniente nada confesable.

Vivíamos en urbanizaciones cerradas con seguridad privada.
Nuestra exclusividad, selecta.
Disponíamos de policía obediente llegada la necesidad o la urgencia.
Hospitales de pago. Escuelas trilingües con profesorado nativo.
Centros de entrenamiento, deportes, ocio, servicios, transportes;
tronío de élite sólo apto para aristócratas.
High quality, superior o excelente, para los más pudientes.

Todo iba según trayectoria y programa hasta que al mundo exterior
le dio por partirse en dos. En dos cientosmilpedazos.
Clases ajenas a la nuestra, sic, todas;
y a sí mismas llamadas desfavorecidas,
arrebataron el mando a los que tenían el mando.
Desprotegido quedó nuestro propio poder al mando.
Sin blindaje nuestra ciudad en el mundo.
Derribaron los muros que nos aislaban de la muchedumbre con su vorágine.
Su furia descontrolada su rabia de años y su sed de venganza.

También su hambre:
Entraron a saco para expoliar y matar. Culpándonos de su absoluta miseria
y total falta de oportunidades.
Capturados la mayoría, a golpes aniquilados.
Quienes huimos fue por fortuna; y una vía de escape
que bloquear no supieron: red de alcantarillado privada.
También nuestras inmundicias merecían tratamiento de lujo.

Tras cinco kilómetros de galerías pasadizos y túneles,
bien iluminados, con aire acondicionado y vaporizadores de perfume,
alcancé la salida ya metido en el mar.
Afuera, un muelle secreto y lanchas salvavidas
con munición guías de viaje equipos de descanso ropa de Armani y comida.
Lo indispensable para sobrevivir al que sería nuestro más largo viaje:
tres años y un día esquivando oleajes por océanos del mundo.

No queda puerto en que atracar ni ciudad en pie donde refugiarse.
No hay espacio para esconderse. Y renacer.
Quién sabe si prosperar.

Las provisiones escasean, hemos comenzado a devorarnos.
Pero siendo gente decente, cada uno come sus órganos
o miembros que tenga repetidos.
A nadie se le ocurrió que quizás tuviéramos que buscar alimento
por medios que nos eran propios. Aunque impropio de nosotros mismos.
Aquí no hay artes de pesca que sirvan
ni manual de supervivencia ni servicio que nos atienda.

A veces, cuando por error nos acercamos a la costa
y veo los cuerpos tumbados en la playa,
me dan ganas de mezclarme.
Pero no sé si están felices bajo el sol o felizmente muertos.

De momento vamos resistiendo, aunque no sé qué será peor:
si morir de hambre, devorados, ahogados,
o contaminarse.
Con ellos, los ajenos.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE