lunes, 8 de abril de 2013

TOPÓNIMOS


TOPÓNIMOS


Nervioso por los acontecimientos como los temores de un gato
escapó por la puerta trasera de la embajada sitiada.
La que da a Calle Incautos. Al pie mismo de Monte Perdido.

Corrió ladera arriba esquivando abejorros y misquitos.
Ninguna bala que recordar para tiempos de paz.

A tropezones y saltos, llegó hasta Río Bravo.
No apto para cobardes, intentó cruzarlo:
lo arrastró la corriente como se arrastran las masas.
Esquivando rocas y ramas, desembocó en Laguna Seca.
La atravesó a pie y sin una gota. En ropa y boca.

En el Valle De La Muerte sobrevivió comiendo cadáveres:
aventureros ladrones turistas buscavidas y desgraciados en general.
Su carne estaba seca pero sobrada de sal. Y sales:
sin un rasguño salió.

Tres días más tarde era interrogado en Pueblo Silencio:
no dijo nada por temor a romperlo y ser condenado en desobediencia.
El alcalde Don Prudencio lo consideró útil para su reelección:
utilizando el ejemplo, lo nombró director de campaña.
Él, que no había peleado en ninguna,
armó a colaboradores y voluntarios y declaró elecciones desiertas.

En tres meses organizaba la guardia en el ayuntamiento
que transformó en la embajada de los procesos rápidos
los juicios cortos las sentencias largas.
En honor a su padre.


© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

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