martes, 27 de noviembre de 2012

PROMISED LAND




PROMISED LAND


Y nos dijeron, ¡venid, venid a esta tierra prometida!

Y fuimos, y fuimos.
Para descubrir que no era con nosotros la promesa.
Que la tierra estaba ya toda vendida.


© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

INDIGNADO JAPI BLUS




INDIGNADO JAPI BLUS


Queridos contemporáneos, compatriotas, camaradas, colegas;
delincuentes en fin.

Me dirijo a vosotros desde esta tribuna mágica del olvido
para indicaros el camino a seguir.
Que no será por mí: jamás cometí yo el error de predicar con el ejemplo.
Sí en cambio, fui proclive hoy un experto,
al mal ejemplo.

Os he convocado a todos en esta plaza del pueblo,
emblemática por costumbre sanguinaria por tradición;
por la acostumbrada tradición de sacrificios humanos
a voluntad de sacerdotes y por la gracia de los dioses,
para trasladaros un mensaje claro, desapaciguador y contundente:
la idea sublime de que esta revolución sí será televisada.
No en vano, ya he vendido los derechos de emisión
al mejor postor:
un canal porno que la emitirá 24 horas en abierto.
Entiéndase esto como se quiera.

Mis asesores de imagen: peluqueros, maquilladoras,
quitalegañas, limpiauñas, muerdepalillos.
Junto a mis asesores de pensamiento:
redactores de discursos, creadores de opinión,
marcadores de tendencias, manipuladores,
cuentacuentistas, chantajistas y extorsionadores en general,
me han aconsejado sabiamente que dedique el tiempo mínimo necesario
a escuchar a los demás.
Que intervenga solo en actos
que puedan ser propagandísticos.
Y que valore con descaro el costo-beneficio
de cada gesto que hago.

Pero hoy mis queridos delincuentes,
y los que no pre-delincuentes,
he decidido iniciar una nueva etapa.
Más aún: una nueva era irrepetible.
Pues vosotros, y especialmente yo,
no merecemos menos.

Hoy será el día que la historia de los vencedores señalará
como el más importante de este tiempo de turbulencias y tormentas.
De agitadores políticos y resentidos sociales.
De camorristas, gamberros y reventadores de conciertos.
Hoy, estimados todos por parecerse a mí,
debo anunciar que me fugo al otro bando.
Que me trasnfugo.
Que deserto sin la menor vergüenza de mi puesto en el ejército
de persecución legalizada,
llámese también de salvación,
para comandar el batallón 59 del recién creado ejército
de durmientes indignados.
Que como todos sabéis,
no sólo son aquellos que se manifiestan.
Está el número más grande entre los que,
públicamente,
ni tan siquiera su nombre se atreven a pronunciar.

A ellos, con mi voluntad de servirme y mi afán por protegerme,
me dirijo:

¿A qué esperáis malditos bastardos?
¿A que os llegue por escrito la orden para la autodefensa?



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

INFRA-ESTRUCTURAS




INFRA-ESTRUCTURAS


Teje la araña del estado
una red de redes con un hilo de sangre.
De sangre de esclavo.

Crece el monstruo década tras década
alimentándose de súbditos y siervos.
De carne de cañón y de trinchera
que jamás verá la luz del sol en su esplendor.

Intoxica amenaza persigue envenena
la araña del estado a los que insulta
porque a esos los llama ciudadanos.
Insulta al llamar a sus presos hombres libres.
Insulta al recordarles que algunos sí lo son:
los hijos de los hijos de los hijos de puta de la araña.
Hipnotiza obliga viola a los aplastados, su peor enemigo:
Poderoso Estado.
Que condena al trabajo a sus siervos,
forzados a seguir tejiendo la red y la estructura:
gigantesca pesada inercial demoledora,
en la que década tras década montando piezas pierden la vida
los condenados.

¡No os hagáis ilusiones jóvenes-protesta!
Que los viejos-protesta os indiquen los caminos de la verdad y la mentira:
ambos uno son, ¿no lo habéis notado?
No cambiará nada si no es a cambio de vuestra vida.
Vida por nada. Entregada regalada.

¡No os creáis nuevas generaciones
el cuento de la igualdad de oportunidades!
La justicia es para todos; la libertad es un derecho.
No lo será para decir lo que pienso:
¿acaso soy familia de esa familia real de hijos de puta?
¿Es que me señaló con el dedo salvador pariente alguno
de la araña o sus hermanas?
Si lo hizo fue para condenarme.
Si pude hablar en su momento,
fue porque no me oyeron.
Si logré mudar, fue porque salí corriendo. No a tiempo,
la red ya estaba bien tejida ahí a donde fui.
Idéntica al lugar del que partí.

Desechad toda pretensión, o ensoñación de cambio.
Vayáis donde vayáis no os libraréis de las súper-estructuras.
Eso que el estado en su propaganda llama infraestructuras.

Eso que el pueblo en su telaraña,
aunque tarde, conoce como

Infra-Humanas-Estructuras.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

lunes, 26 de noviembre de 2012

KARMA




KARMA


A ella le regalaron un beso una mañana inesperada.
Tan inesperada como el beso tan desarmada ella como la mañana.
Tan asustada como ilusionada, no supo qué hacer:
lo compartió. Con todos sus amigos.

Que no son esos que se encuentran en la red.
Sí los que durante años le lamieron las lágrimas
Acudieron a sus llantos
Acompañaron sus soledades.
Que soledades siempre hay más de una
pues incluso la soledad quiere verse acompañada.

Aquellos: perros y gatas gatos y perras.
Ningún otro,
ser o por no ser,
encontró el altruismo suficiente
para compartir tan largos años a su lado.

Por esto, el día que a ella la encontró alguien:
comprensivo cariñoso paciente generoso,
ser que sí quería ser,
no supo cómo afrontar su no-problema.
Salir corriendo o aceptar los abrazos los gemidos los besos.
¡Tantos! Tantos de todo que, hubo suerte para él:
ella no tuvo tiempo de escapar.
Pudieron ser.

Descubrió, sin saber qué hubo de intención o qué de azar,
que en su corazón intervenido,
quedaba sitio para un Ser más.

Ella dice que es cosa del Karma.
Él le responde que no lo sabe,
sí lo sabe pero disimula y le dice que tiene buen Color.

Yo, que no soy quien ni soy nadie ni debo entrometerme,
respondo a quien quiera entenderme:

¡Estás en buenas manos!, ¿no lo ves?
¡Déjate, déjate llevar!
¡Y ser!

No digo aquí Sed, pues debería,
pero deja más seca la boca y, de momento,
así está bien.


© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

EXPÓSITOS




EXPÓSITOS


No sé si somos hijos de esos
que dicen ser los padres
-también hay quien dice que los padres son los reyes,
será de algunos-.

No puedo afirmar que seamos hijos de esto
que llaman nuestro tiempo.
-será de otros, porque a los demás el tiempo
también nos lo han robado-.

Pero sí sé,
que si tenemos en cuenta las circunstancias atenuantes y agravantes,
si observamos el cúmulo de variables a ambos lados del igual,
si analizamos los datos y diseñamos la estadística,
tan solo somos hijos del azar.

¿Qué hay en esto de extraordinario
para que tú,
precisamente tú, sí,
te creas un ser excepcional?


© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

HEAD HUNTER





HEAD HUNTER


Si son más los talentos que se perdieron que los que se encontraron,
¿cómo se llega a ese país de los genios extraviados?


© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

TENSIÓN SEXUAL





TENSIÓN SEXUAL


Cariño mío,
no debería molestarte porque a todas horas quiera tener sexo,
contigo.

Cariño tuyo,
preocuparte habría de,
seriamente,
lo contrario.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

OJOS PARA QUÉ LOS QUIERES




OJOS PARA QUÉ LOS QUIERES


Porque no supe responder a la pregunta me miraste mal:
universitaria de carrera con trabajo de gregaria.
Tú lo sabes yo lo sé no te intereso.
¡Quién soy yo para importarte!

Descubriste un día que yo también tocaba el piano.
Mejor que tú, todos lo vieron. Y escucharon.
Excepto tú que por mirarme mal ni viste ni oíste.

Escribiste a trompicones el sermón de tu montaña.
Yo una trilogía histérica-fantástica.
Muchas la leyeron. Tú no.
Que por mirarme mal las letras no veías.

Subiste a tropezones tu montaña de piedra.
Con dos saltos yo me hice la ruta de la plata.
Algunas me aplaudieron. No tú.
Que por mirarme mal me confundiste con un zorro:
de tu montaña me tiraste piedras.
Muchas no me dieron. Me miraste mal también por esquivarlas.
Y me insultaste. Algunos te apoyaron.

Diste dos vueltas a tu casa y lo colgaste en tu red:
para oír cómo te alababan las demás.
Yo di dos vueltas al mundo y no se enteró nadie.
Salvo tú que me miraste mal por eso.

Con tus botas chic pasaste entera una mañana saltando charcos.
A nado salté yo el charco más grande: el Atlántico.
Y por hacerlo me miraste mal.

Tú te tiras de la silla yo de un octavo piso.
Por no matarme me miras mal.

Hiciste un garabato en la pared:
yo pinté una capilla quintina.
¡Y de tanto mirarme mal ni la viste!

Ganaste a tus tres amigas en el juego de la oca.
En el mayor casino de Las Vegas reventé la banca:
por no perderlo todo me miraste mal.

Da igual lo que haga y lo que no,
sabes que por ti no es.
No importa lo que diga o lo que calle,
sabes que no es por ti.
Pero haga o diga o lo contrario
me seguirás mirando mal.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

miércoles, 21 de noviembre de 2012

CONDICIONADO




CONDICIONADO


¿Y si a tu abuso de poder pudiera yo
responder
con mi abuso de confianza?
¿Podría decirse que ambos abusamos,
nos abusamos?

© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

MACETAS




MACETAS


¡Deja ya de regar tanto tus plantas!
Nunca te darán las flores deseadas:
lo que en primera intención no fructifica,
raquitiza.

Olvídalo ya y no mimes más tus ilusiones:
¿puede saberse por qué te engancha un amor
que nunca te fue correspondido?


© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

martes, 20 de noviembre de 2012

PROYECCIÓN




PROYECCIÓN


Cuidado con volver tu notoria imagen pública.
O la envidia de algunos
se tornará notoriamente impúdica.




© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

CARNET DEL PARTIDO



CARNET DEL PARTIDO


Desde que milito en el batallón de los mediocres
me siento una persona nueva:
si antes no era nadie
debo ahora reconocer que no soy nada.


© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

REPOSO



          REPOSO


Me cansé de esperar a que las cosas ocurrieran:
forcé la situación.
Son ahora las cosas las que se han cansado de mí:
era éste un desenlace inevitable.


© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

lunes, 19 de noviembre de 2012

EL BAILE DE LAS MALDITAS




EL BAILE DE LAS MALDITAS


La argentinita danzante se contonea por la plaza del pueblo
como un espantapájaros en el arrozal de los tramperos:
¡qué hacen todos sino vivir del cuento!
Ella también, la que más.
La que más mentiras dice más bobadas hace.

Le gusta que los hombres la desnuden con los ojos.
Le disgusta que lo hagan con las manos.
Histérica les amenaza, lo suyo es el BSM,
de mujer a hombre.
O de hombre a hombre, que es como ella misma se confiesa.

La argentinita borracha lo es porque desayuna dos botellas diarias
de sus babas. Babas de rabiosa contagiada,
cada vez que las cosas no son como ella quiere.
A media mañana ya se ha metido sobredosis de ego
y después de comer infusiones pesadas de autoestima.

La argentinita ridícula camina descalza por el precipicio tenebroso
de su vida entre juerguistas, fantochas y cretinas.
Se contonea ante la mirada atenta de los hombres.
Así lo cree.
Le ha enviado una ex amiga un par de gafas y un espejo
para que vea cual abejorro errante
la mirada atónita de los hombres, que no los seduce,
y algunas mujeres. Que las avergüenza.
A esas que no están de acuerdo con todo lo que pasa.

La argentinita danzante ridícula borracha buscona
ha decidido quedarse a vivir en el país de los idiotas.

No ha encontrado en el mundo otro sitio mejor
para hacer de la ira su medio de vida.


© CHRISTOPHE CARO ALCALDE


ZOMBIES





ZOMBIES


Él es un producto de aprovecho,
entre la presión dominante y su familia reinante:
por un tubo mete horas.
Por el tubo del embudo que atraviesa su garganta.
Se las meten los demás como tortura:
ahoga o revienta. Mejor ambas.
Que la vida siempre fue una inquisición aficionada al homicidio,
de homo y suicidio,
a fuego lento. Mejor cuanto más dolor.

Él es un producto resultante de la suma de factores,
pocos, mal avenidos, contraproducentes,
que han hecho de su vida una madeja de conflictos,
problemas y grandes errores.
Irreversibles irremediables irreparables.
Tanto que ya nunca grita urra, sino ¡irre!
Siempre reconoció su irrealidad.

Él es hoy un hombre desbocado:
por las ciudades con su muestrario en mano
captando clientes de saldo.
Los buenos se marcharon ¡hace tanto!
Como todo aquel que pudo huir de esta cárcel de país.
País de mierda.

Él está atrapado en su trampa de vida que no vio:
ratonera se confió;
ni buscó:
adentro le metieron a patadas y golpes.
Algo no funciona aquí, se dijo,
momentos antes de que la maquinaria del sistema
le estallara llevándose por delante manos, y cara.
Arrastrándole al infierno de las deudas
la morosidad sobrevenida
la objeción de conciencia de políticos y ricos.

Todo lo que diga será tenido en cuenta, le advirtieron,
antes de ponerle las esposas:
una es pensión alimenticia, otra compensatoria.
Siempre las esposas van a pares.

Él es hoy un producto de desecho:
un hombre sin derechos, de trozos,
de ambiciones aplastadas, de ilusiones robadas,
de sueños degollados con el cuchillo romo
de una realidad vengativa y asesina.

Quisiera hoy él estar muerto, pero no le dejan:
para que siga pagando lo que debe,
y lo que no.

Él es hoy un vivo, muerto.
Los demás, contentos.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

domingo, 18 de noviembre de 2012

ENANOS




ENANOS


Mira tú que en el mundo hay personajillos:
algunos graciosos, otros sosos.
Los hay miedosos, solitarios, abandonados. Breves.
Algún menudo varios fantoches muchos capullos.
Que al pasar y a pesar de los años… que no que no.
Que no florecen.
Porque no florecen no se marchitan:
se reconcomen. No viven.
Sólo intoxican.

Arrojan sus furias como la mirada de Esteno.
Destilan venenos como la siniestra de Euryale.
No respiran, contaminan.
La peste bubónica de sus pulmones exhalan.
Que esos de cerca, si les rodean mueran.
Mejor cuanto más daño, más satisfacción a mayor contagio.

Y en el esfuerzo no sudan: sus maldades exudan.
Al caminar no dejan huella: ¡tal es la levedad de su no ser!
Sí dejan trampas: que cuando tú pases, caigas.
Y la rabia les mortifica por su siempre perder:
el concurso de talentos, la maratón de los valientes,
la mujer deseada.
¿Aún no sabes mediocre,
que tu fantasía de mujer se fue con el talento ganador,
el mismo que en la gran maratón, sus brazos alzó?
Ella, infeliz, merecía lo mejor.
No la castigues,
culpa de ello a tu insignificancia.

Observa a estos personajillos, y verás
que no hablan, escupen.
No sonríen, entre dientes murmuran.
No escuchan, sólo se oyen.
No comprenden, mal entienden.
No valen, para nada bueno.
No sirven, sino para estorbar.
No defienden, ni sus ideas.
Que para defender se ha de luchar, y para luchar dar la cara.
Y la cara, cara tienen, pero la esconden.
No vaya a ser, que se la partan.

Mira tú los mediocres cómo abundan,
los envidiosos cómo engordan,
los celos cómo flotan.
También lo hace la mierda, ya descompuesta,
cuando ni los nutrientes conserva.

Mira tú que en el mundo hay mierdas.
Personajillos de mierda que,
como no triunfan, mueren.
Se consumen de rabia no por lo que otros logren,
sino porque la idea de que esos valgan, ya les mata.

Mira tú que en el mundo hay personajillos enanos.
También muchas personajillas.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE