lunes, 26 de febrero de 2018

A MATAR, QUE SON DOS DÍAS



A MATAR, QUE SON DOS DÍAS 



Dice mi profesor de matemática aplicada a la ciencia del desengaño,

que va a dar una rueda de conferencias.

Conociendo al personaje, éstas quedarán cuadradas y los públicos dirán amén Jesús santo

y seña.



Ávido que estoy de dar un poco de lustre a mi popular mediocridad,

con telegrama lento he respondido vía telepática para hacerme un hueco en su calendario.

Quiero participar como telonero -he exigido como si algún derecho tuviera.

Mi ponencia irá sobre "Democracia y Libertad de Prensa: algunas tendencias

sobrevaloradas".



Nadie puede negar que el título tiene pegada:

4 hostias bien dadas, para ser concreto. Dos por temario, siendo cicatero.



Confío en que al término de mi exaltada disertación

algún tirano sin cargo se ponga en contacto conmigo para montar una dictadura en el primer

país que se presente.



Y a matar, que son dos días.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

A PARTES INJUSTAS


A PARTES INJUSTAS

La equidistancia es el discurso fácil de los hipócritas
y el refugio antipánico de los cobardes.





© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

A VER CÓMO


A VER CÓMO



A ver cómo lo arreglamos,

cariño tuyo,

este chandrío que en la cocina montamos

cada vez que nos da por sincerarnos

y contarnos esas medias mentirosas verdades

para acabar fingiendo que nos queremos a ratos.



A ver cómo salimos de esta, no siendo más fácil que de la otra,

para escabullirnos el otro del uno,

sin que nos duela ni mi corazón de piedra lo sienta o el tuyo de cartón se rompa.



A ver cómo contamos a quien escucharnos parezca, que no queda más brasa en esta hoguera ni besos ocultos en la cartera ni un solo abrazo salvo los rotos.

Que ya no somos nada el tú sin el yo. Pero el yo con el tú,

un estorbo.



A ver cómo hacemos para repartir las sobras de este hundimiento ejemplar, si vernos ya no podemos a riesgo de que nos ardan los ojos y se nos perforen las entrañas.



Yo propongo tú propones ellos dicen. Todos saben más que nadie pero aquí nadie escucha a nadie:

hablar ya no sirve, no te engañes. Ilusiones ya tuvimos bastantes.

Desaparecer es la única opción antes de que estalle otra guerra, te lluevan mis mordiscos y me desollen tus arañazos



A ver, a ver, a ver si esto de jugar a perros y gatos lo vamos dejando para los cachorros, que nosotros estamos mayores y nos vendrá bien un descanso.



No te parece que si yo te troceo mis huesos y tú traes acá tus ratones, ¿podríamos envejecer más despacio?

Yo aullando, tú maullando, gata mía. Juntos bajo una luna que todo lo ve y nada cuenta.

Ronronea, ronronea que este perro se queda.



Para gruñirte suave y lamerte entretanto.


© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

ERASED



ERASED



Comencé por tachar de mi lista de contactos a las personas que no me aportaban nada.



Cuando tras el último borrado sólo quedé yo, también me eliminé.



Concluí que nada interesante tenía que decirme.



Ha llegado la hora de desaparecer

por el bien de todos los que queden.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

FRUTA MADURA



FRUTA MADURA 



Él dejó los estudios por unas partidas de mus con amigos, cervezas y chocolate.

Aceitoso y bien liado. A compartir hasta matar.



Ella, porque para ser estheticien pensó que sólo necesitaba unas buenas manos.

Llenas de arcillas y untuosos varios más que de letras y números infinitos.



Él dejó el mus por la portería:

de la discoteca donde trabajó seis años y un mes.

Ella se mancha las manos de barro cada día.

Limpiando el barro de los zapatos de los demás donde pasa escoba y fregona cada tarde de cada semana del año.

Y alguna más: son esas horas que se hacen y nunca se pagan por el que paga.



El mundo de la belleza y los cuidados exquisitos ha quedado para las compañeras que trabajan en oficinas y compiten por cuál entalla la mejor cintura y calza las tetas más altas.



Ella las observa y medita acerca de los arreglos que podría hacerles por poco dinero.



Él la observa a ella desde su carretilla para trasladar palets por toda la fábrica.



Se conocieron en el turno de noche:

él hacía otra vez de portero en la oscuridad y ella daba lustre al suelo; para quitarle esa otra oscuridad.



Esto fue hace veintisiete años y veintiocho semanas. Viven juntos desde entonces en una buhardilla de cuarenta y nueve metros redondos.



Sin hijos. Sin padres ni perros ni amigos ni gatos.

Dos peces de colores en un tanque de cristal les observan cada noche como si fuera la única, mientras ellos comen palomitas fieles a su cita con Netflix.



Una vieja manta para los cuerpos, gruesos calcetines para los pies y el mando del televisor como el cuenco de las palomitas,

compartido en el centro, son todo su tesoro y su patrimonio.



Amor mutuo y enorme cuando el control remoto no tiene un único propietario.



Piso de alquiler muebles de baja gama ropa de mercadillo comida del Lidl caprichos del Cash Converters sueños…

Los sueños los regalaron a otros más necesitados. Ellos nunca les iban a sacar partido:

renunciaron a todos tras su primer despido.



Hoy hablan poco pero se dicen mucho.

Se miran mucho y se desean siempre.

No tienen nada porque les sobra aquello que no puedan darse

el uno al otro.



Quizás por esto

y un poco de lo otro

hoy son felices

como ninguno.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

JUSTICE



JUSTICE 



Hagamos un esfuerzo por entendernos.

Pues aunque sé que no podemos, disimulemos.



No diré que tú empezaste. Arrojándome el lápiz rojo pasión de tu caja de colores.



No diré cómo te respondí. Haciéndote tragar la goma para tinta azul Milan.

Apenas dos arcadas después y la goma ya estaba fuera:

a los pies de un profesor imbécil y mediocre enamorado de sí mismo.



Nos encerró a ambos en el cuarto de pensar.

Otro armario ropero con olor a naftalina y orines de alumnos asustados.



En la oscuridad carcelaria que transforma un guardarropa en mazmorra,

y al sujeto con migajas de autoridad en tirano con aspiraciones de borrar a los demás en el mapa de su mundo, hicimos un principio de pacto:

nunca dejar crimen sin castigo.



Juntando nuestro cumpleaños número 12 en un solo festejo de primaria, preparamos una merienda de chuches, mortadela y coca cola.

Ésta y los chuches para los profes, la mortadela para nosotros

que aún estamos en edad de crecer sin hacernos de mayores otros gilipollas de provecho.



En la coca, cantarella. A nuestra tierna edad podemos olvidarnos de lo light.

En los chuches, ricina. Enseñanzas puestas en práctica, como pedía nuestra inocente profesora de química aplicada a la vida irreal.



Pocas horas duró el pavo en la mesa de trinchar. Se diluyó en vómitos y diarreas como un azucarillo en la saliva de un asno.



Los inteligentes servicios de investigación policiales presto acusaron al mayordomo:

otro bedel sin formación que no supo defenderse y cubrió rápidamente la plaza libre del culpable.



No obstante, quedan cabos sueltos que debemos corregir:

las fotografías colgadas en el vestíbulo del colegio con los caretos de todos los profesores muertos.

Nuevo insulto a la sabiduría de los niños.



Tan sólo tres semanas para las vacaciones de verano, pongámonos de acuerdo: resolvamos.



A mi padre aún le queda gasolina en la garrafa de su motosierra.

Al tuyo, bengalas de su bote de pesca.



¿Qué esperamos?



Hagamos un esfuerzo por entendernos. Pues aunque sé que no podemos, ha llegado la hora de hacernos justicia.



Para siempre.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

SOPORTADOS



SOPORTADOS



Si todo proyecto ha de tener un soporte intelectual





¿quién soporta después al intelectual?


© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

PLANEADORES



PLANEADORES





Cortan una lámina de agua en sus planeadoras de mínimo contacto con motores de máxima potencia.




Fardos de hachís como sacos de ropa vieja en el fondo de la lancha.

Paquetes de heroína envueltos como harina refinada entre las capas de poliéster.




El hachís para los no iniciados pobres jipis o románticos.

La heroína para expertos en consumo derrotados perdedores o simplemente traicionados.




Bajo precintos de papel plata en popa a buen recaudo, cocaína fina fina filipina. Otro manjar de las islas para videntes clarividentes o,

no tan simplemente,

pudientes.




Planeadores en definitiva del resto de competidores por similares demandas.




Cada usuario tiene su estilo cada clase su producto cada bolsillo su acceso.

Cada planeador su cliente.




Aseguran los incautos que vendrá la policía a detenerlos a todos.




Un juzgado bien traído al mal caso, imputará a unos cuántos.

Un juez bien instruido,

por aquellos planeadores con cargo,

hará un trabajo ejemplar condenando a unos pocos con singulares sentencias:

no más que cortinas de humo para cerrar el teatro.




El periodista con aspiraciones a prócer hará un mal reportaje que se venderá con gran entusiasmo.

La población respira aliviada con voluntad de querer ser nuevamente engañada.




Los planeadores,

sabiendo que todo vuelve a empezar, saborean con humo habano el natural entreacto



pues qué era el proceso sino un merecido descanso.


© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

viernes, 23 de febrero de 2018

IRPF GLOBAL



IRPF GLOBAL




Retenciones:

De turistas

De líquidos

De emociones

De personas

De caudales

De acreedores

De cursos fluviales

De ilusiones




La morcilla, de Burgos, los perros de la cuneta el frío de marzo el tiempo perdido la envidia del teniente los amigos enterrados en el páramo del olvido la chica de gruesas caderas las averías del coche las aceras sin limpiar los huesos de pollo en el capot la feminista en el río el queso, de Burgos, la desesperanza los ladrones del barrio el futuro quebrándose el autoengaño de cada mañana el triple seco sin hielo el piso del portero los porros con Ballentine's la mochila llena de piedras el corazón de balas la cárcel de gente el ejército de presos la sumisión permanente los gatos reventados el tráfico pesado la catedral, de Burgos, los delitos de odio los muertos de pena los fusilados de amor los incendios por higiene las angustias colgando de las ramas el sexo seguro el cariño prepago los recuerdos corregidos al alza la realidad a la baja el amor que te tuve el que nunca tuve el que sólo retuve las yemas, de Burgos, los funerales por los vivos los muertos de aburrimiento los rematados a impuestos los jueces jugando a los dados los curas comiendo cecina las cenobias en Las Huelgas, de Burgos, haciendo buñuelos los muchachos jugando a pillar las muchachas jugando a insultar los poderes extraños del radiofonista exaltado el Diario, de Burgos, con desinformación detallada las vacaciones efímeras la vida entera en espera las emociones en suspenso la tristeza en cada mañana la soledad de la tarde la desolación cada noche la ignorancia feliz el sufrimiento de saber el seppuku de la reflexión la sal en la sopa la berza con patatas el puré de alubias con sueños el miedo a morir sin haber existido creerse que todo tiene un sentido cuando lo que tiene es un costo.

Todo en una Olla Podrida, de Burgos.




No hay justiprecio en el trato de vivir.

Sí mucha plusvalía por cada mísero logro.

Los recaudadores de felicidadades ajenas

siempre llevándose todo.










© CHRISTOPHE CARO ALCALDE








martes, 20 de febrero de 2018

A COCES



A COCES


Sobre tu barriga mi mano posaste

por si sentir quería

la imprevista consecuencia de un rato en los lavabos

que ya nos daba pataditas.




El brillo de aquel episodio en el gimnasio

volvió a tus ojos de rabia:

a mi barriga lanzaste tu mejor patada.




En justa compensación

la misma te devolví yo con idéntica proporcionalidad.




El niño dejó de latir

Tú de llorar

Yo de esperar.

Estalló la bomba

de nuestro núcleo familiar.




Hasta las últimas consecuencias encarnamos la familia nuclear.











© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

martes, 13 de febrero de 2018

A VER CÓMO



A VER CÓMO



A ver cómo lo arreglamos,

cariño tuyo,

este chandrío que en la cocina montamos

cada vez que nos da por sincerarnos

y contarnos esas medias mentirosas verdades

para acabar fingiendo que nos queremos a ratos.



A ver cómo salimos de esta, no siendo más fácil que de la otra,

para escabullirnos el otro del uno,

sin que nos duela ni mi corazón de piedra lo sienta o el tuyo de cartón se rompa.



A ver cómo contamos a quien escucharnos parezca, que no queda más brasa en esta hoguera ni besos ocultos en la cartera ni un solo abrazo salvo los rotos.

Que ya no somos nada el tú sin el yo. Pero el yo con el tú,

un estorbo.



A ver cómo hacemos para repartir las sobras de este hundimiento ejemplar, si vernos ya no podemos a riesgo de que nos ardan los ojos y se nos perforen las entrañas.



Yo propongo tú propones ellos dicen. Todos saben más que nadie pero aquí nadie escucha a nadie:

hablar ya no sirve, no te engañes. Ilusiones ya tuvimos bastantes.

Desaparecer es la única opción antes de que estalle otra guerra, te lluevan mis mordiscos y me desollen tus arañazos



A ver, a ver, a ver si esto de jugar a perros y gatos lo vamos dejando para los cachorros, que nosotros estamos mayores y nos vendrá bien un descanso.



No te parece que si yo te troceo mis huesos y tú traes acá tus ratones, ¿podríamos envejecer más despacio?

Yo aullando, tú maullando, gata mía. Juntos bajo una luna que todo lo ve y nada cuenta.

Ronronea, ronronea que este perro se queda.



Para gruñirte suave y lamerte entretanto.



© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

POWER TO SOME PEOPLE



POWER TO SOME PEOPLE



Hay quien tiene poder

-usualmente arrebatado al pueblo desgraciado o regalado por el votante malnacido –.



Hay quien tiene poderío.

Para esto, hay que nacer.



No se otorga no se compra no se encuentra rebuscando entre museos o basura.

Para mostrarse a los demás con poderío

Hay que valer.




© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

NOWHERE



NOWHERE


- ¿Dónde estabas ayer, cuando aquí te necesitamos? - dijo la burra al asno en otro generoso acto de contrición animal



- ¿Qué tú crees? Dando coces en una manifestación antisoviética. Hay que poner freno a otra invasión de chucrut y pescado seco.



- Razón tienes, estimado pollino ramplón. El país está descomponiéndose con tanto taquígrafo jubilado y madre afásica en busca de emociones fuertes.



- Son tiempos de héroes anónimos como nosotros. De guerreros voluntarios para un nuevo apocalipsis que nos devuelva al origen racionalista del ser vivo.



- ¿Sin pasión?



- Nada de pasión. Las emociones nos llevan al seguidismo y éste al caos. El holocausto se nutre de fanáticos leales inspirados por un necio impulso.



- Sabias palabras para venir de un giranorias.



- Últimamente he estudiado a los clásicos, y ya no soy el mismo.



- Hermosa contradicción. Pero el conocimiento no te hará libre, sino infeliz. Siempre fuiste un rucio tan... idealista.



- Cierto. He pensado en lobotomizarme para abandonar esta insensatez del clarividente.



- Pídeme cita. Salgamos a todo galope de este mundo animal y hostil.




© CHRISTOPHE CARO ALCALDE