domingo, 29 de marzo de 2015

AMANECE QUE NO ES MUCHO



AMANECE QUE NO ES MUCHO





Partió aquella mañana,

del año cristiano de mil novecientos sesenta y cuatro,

en fructuosa búsqueda del yo en el ser y su destino.

-Hizo el mundo una pausa colectiva valorativa reflexiva

de por qué para qué con qué

iba él a cruzar este planeta y no partirlo. Puesto que partió…-



Aliados la lógica emprendedora y la distraída metafísica

adoptó medidas de cautela preventiva.

Tratamientos de yogur con soda para cuerpo y mente,

pues el alma ya la entregó en el mismo momento de la idea:

resultó ser una carga prescindible insoportable.



Arrancó al medio una promesa de no retorno

de fuga sin captura y marcha sin arrepentimiento.

Dobló el junco del tiempo hasta el centro de la tierra

y de aquí al firmamento.

Y de aquí al infinito y más allá y viceversa

y ármese un Tiberio si hace falta que ya nada le importa.



Vaga como pena sin alma desde entonces

por esta subcultura, subyaciendo subalterno

por todo lo volátil y lo efímero.

Súbdito de todo cuanto siente

Rey de todo lo olvidado.



¿Por qué será que de nada se arrepiente

y ocurra lo que ocurra lo disfruta?







© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

lunes, 23 de marzo de 2015

THE FLOWERS

THE FLOWERS


Y un día entre clientes añejos y jóvenes histéricos te preguntarás:
¿qué fue de esta persona?:
la que con resignación y asco a ilegítimos demandantes de atención escucha.
Y ya no estárá en el cuerpo que te lleva.
¿Qué fue de esa persona que fuiste?
¿Cuándo se marchó? Es la pregunta.

Será que marchitó.  

En qué momento perdiste lo mejor de cada momento
Cuándo dejaste de vivir para sólo resistir
Por qué te dejaste vencer pisotear sin rebelión
por el conquistador de esa tierra donde guardabas tú
para ti sola todo tu tiempo.
Amigo y traidor conquistador. Enemigo al fin.

Y un día querrás saber cuál fue la primera decisión equivocada que encadenó
a todas las demás:
tren de desaciertos enganchados lanzados sin control
contra el muro de la vía muerta por la que viajas sin ilusión ni destino.

Dócilmente te consuelas con que hay que vivir sólo el presente:
un presente que no gusta y no te da la gana de vivir ni soportar.

Un día sí, querrás saber, lo que ya sabes pero no quieres oír:
te faltó valor en su momento
para escapar de esa que eres tú misma. Y no te gusta.

Y ese día que pareció ser un día cualquiera
te derrotaste y diste muerte. Con dolor.
Lenta te queda la agonía en el recuerdo de este tiempo
que este sí este es eterno que no acaba ni con él ni con tu cuerpo.

Hoy eres un fantasma, otro de esos que vagan por tu casa,
lleno de preguntas flotando en el recuerdo.
Que levita entre todos tus amigos pues,
como tú,
están igual de muertos.





© CHRISTOPHE CARO ALCALDE



sábado, 21 de marzo de 2015

FLAT DREAMS



FLAT DREAMS





Él fue un chico rebelde asomado al prodigio:

al prodigio de ser un niño prodigio.

Destacó temprano insertado en un grupo con su guitarra de cartón:

de lo que son casi todos los sueños.



Grabó varios discos en el garaje de casa.

(-¡Hay que reivindicar los garajes domésticos! –defendía un sabio en aquel tiempo.)

Sólo vendió a los pocos amigos que todavía quedaban.



Miles de kilómetros docenas de discos varias guitarras después

se sacude el frío junto a una estufa que es un insulto:

24 horas encendida en invierno dentro de una portería-perrera ridícula

donde el niño prodigio prejubilado castigo quema su vida y sus últimos sueños.

Vigila el gran monstruo alienante alienígena que es la gran empresa

donde entierra sus restos de vida hecha a trizas con trozos pedazos.



Después de perseguirlos, esos sueños,

como se va tras las moscas, a guantazos,

volvió al garaje de casa.

(No fue cosa del sabio fue de la puta la vida que no sabe nada o a nada.)



Hoy toca un blues cada noche a la memoria de todos:



De aquellos que ni siquiera persiguieron sus sueños.




© CHRISTOPHE CARO ALCALDE