viernes, 27 de marzo de 2009

DISTANCIA

DISTANCIA


Pretendí un beso:
apartando tu cabeza lo dejaste caer.

Busqué furtivo una caricia:
un movimiento brusco te alejó de mi.

En un descuido atrapé tu mano:
con un sobresalto la escondiste.

Dije: Te quiero.
No hubo respuesta.

Pregunté: ¿vendrás conmigo?
Colgaste un silencio entre los dos.

¿Me amarás?
Y un interrogante quedó en el aire.

¿Podré un día anidar tu corazón?
Tu cara de sorpresa me dejó frío.
No quiero pájaros, dijiste.

Como frías son tus palabras
Tus miradas
Tus medias sonrisas.

Nunca acortarás la distancia que nos separa.
Nunca vendrás a mí por propia iniciativa.
Nunca apoyaré mi cabeza en tu pecho.
Nunca dirás te quiero sin que yo te lo pida.

Nunca oleré tu piel
Pasearé tu pelo entre mis dedos
ni me agarraré de él.

No te oiré gemir
Ni llorar

Tiro de ti, pero tú te resistes.

Miles de kilómetros no fueron obstáculo:
Los acortamos.
Pero el último metro, no superamos.
Nos devolvió al origen:
A miles de kilómetros.

jueves, 26 de marzo de 2009

1/2 LIMÓN

Y ½ LIMÓN


Yon miró a Limón y le espetó:
¿Tú para qué sirves?

Limón miró a Yon, y respondió:
No soy yo la duda.
Siempre fue mi sitio la nevera.

Yon se frotó la oreja pensativo:
No te hallo.

Limón rodó por el estante:
No soy yo el que está perdido.
Eres tú, que no sabes cocinar.

martes, 24 de marzo de 2009

BILLETE

BILLETE

La señora:
Fumadora, gorda, teñida, pequeña, gritona, irritante, zafia.

El hombre:
Comechicles, barbudo, aburrido, pequeño, perdedor, paciente.

La señora:
Que pide, pregunta, duda, se desdice, molesta, aburre.

El hombre:
Que responde, corrige, mira, explica, se reprime, se aburre.

La señora:
Quiero que sea de ida y vuelta.
¿Cuánto es?

El hombre:
Le regalo el billete.
Siempre y cuando no vuelva.

LARGA DISTANCIA

LARGA DISTANCIA


Fue un largo camino:
Lo fue.

Hubo luces y sombras:
Primero las luces.

Tuvimos risas y llantos:
Tantas risas al principio.

Nos dimos besos y abrazos:
Hicimos sexo con ambos.

Buscamos trabajo, casa, hijos:
Lo encontramos, la compramos.
No quisimos.

Pasaron días, meses, años:
De alegrías, temores, desengaños.

Cultivamos flores, plantas, cardos:
Ni aún éstos salvamos.

Torsión de momentos cruentos.
Espiral de vacío con principio
y sin fin.

Bola de nieve ácida.
Alud de incertidumbres y pesadumbres.
De un corte en el tiempo a un abismo
en el espacio.

Una línea recta hecha trizas en millones de curvas.
Cuerpos triturados en el absurdo.
Extrusión del sueño en pesadilla.
Atrapados en el horizonte de sucesos.

Hazañas viejas, patrañas nuevas.
Reinterpretación del pasado en la mentira
que no cesa.
Descarrilamiento de la verdad.
Análisis permanente de un sistema enfermo.

Una rueda que tortura.
Una dama de hierro.
Una ausencia de besos.
Una pérdida de abrazos.

Suerte que todo tenga un final:
compré un billete de ida
Para la larga distancia.

ANDÉN

ANDÉN


Antuan llamó a su ex por teléfono:
no quiero que vuelvas.

Las 9:20 y aún aquí.
Dijo Lusil.

¿Me permite?
Se excusó Fransua.

Valerie llamó a su ex por teléfono:
no voy a volver.

¡Quiero marcharme cuanto antes!
Exclamó Nicol.

Perdone, ¿tiene hora?
Preguntó Filip.

Enri llamó a su ex por teléfono:
adiós, no quiero verte.

Por favor, ¿me da fuego?
Pidió Susan.

Ah, no soporto este sitio.
Suspiró Gerard.

Angelie llamó a su ex por teléfono:
te dejo, adiós.

Las nueve y media, ¡cuándo me iré de aquí!
Se desesperó Yean.

Michell advirtió de la llegada del Sud Long Tour.
Antuan cortó la llamada bruscamente.
Lusil suspiró aliviada.
Fransuá dejó el café sin terminar.
Valerie cogió su maleta conteniendo el llanto.
Nicol tomó un tranquilizante.
Rosan dejó la revista en el kiosco.
Filip tiró un folleto publicitario.
Susan apagó el cigarrillo.
Gerard se frotó las manos con entusiasmo.
Angelie sonrió al maquinista.
Martí miró el reloj: 9:40.
Jean masculló: tarde.

Un minuto para cambiar de vida.
Cuatro escalones para negar el pasado.
Un billete para la oportunidad.
Un nuevo horizonte esperando.
Dos mil kilómetros de preguntas y dudas.
Un tren cargado de silencios.

Y esperanza.

MUDANZA

MUDANZA

¿Te vas?
Para siempre.
¿Por qué?
Agotamiento.
¿Lo dejas todo?
No esta maleta.
¿Qué llevas?
Excedentes.
¿Trastos viejos?
Pesares nuevos:

falsas expectativas,
avances y retrocesos,
esperas exasperadas,
astillas del corazón,
el alma huecograbada,
vacío en los vacíos,
bucles de soledad,
añicos de la esperanza,
conceptos y contextos,
elipsis del pensamiento,
olvidos y desencuentros,
exposiciones de inútiles,
preguntas y más preguntas,
respuestas sin conexión,
coleccionables de infelicidad,
cursos de autoayuda,
citas de compromiso,
momentos de relajación,
programas de entrenamiento,
exhibiciones de prepotencia,
duelos con dos cadáveres,
mil decisiones erróneas,
espejismos de felicidad,
migajas de besos,
pedazos de abrazos,
requiebros de responsabilidad,
trasuntos y trasfondos,
caminos sin retorno,
callejones sin salida,
calles de sentido único,
huidas hacia delante,
viajes en caída libre,
causas probables,
dudas razonables,
recetas para una traición,
amigos en la cuneta,
recortes de enemistades,
hermanos abandonados,
mentiras sobre mentiras,
pasiones y fingimientos,
lluvia de palabras vanas,
ensayos para un responso,
retazos y tortazos,
cargos y recargos,
advertencias y sugerencias,
imposiciones y deposiciones,
crucigramas del aburrimiento,
domingos de redundancia,
degradaciones de la memoria,
imprevistos previstos,
ensaladas de hostias,
existencias escasas,
acusaciones abundantes,
silencios del desconcierto,
refugios cobardes,
flashes de interpretación,
tergiversaciones de las palabras,
retruécanos de las emociones,
resignación y aceptación,
restos de un naufragio,
fracaso y derrota.

Crónicas de un divorcio.

¿Anunciado?

Inesperado.

MUTUO ACUERDO

MUTUO ACUERDO


Tantos años de disputa
y ahora en la disputa más puta
quieres un buen arreglo.
No habrá acuerdo.

Mañanitas de niebla
tardes de paseo. ¡No era cierto!
La nube de tu despertar
la tormenta del atardecer.
¡Esto sí que era auténtico!

Esto es tuyo y esto es mío.
¿Y qué hay de eso y aquello?
¡Ah!, ¿también tuyo?
No habrá acuerdo.

¡Quiero la lavadora!
¿Con todos los trapos sucios?
No, esos son todos tuyos.
¡Ah!, qué contento.
No habrá acuerdo.

Los hijos se vienen conmigo.
¡Si me prefieren a mí!
Yo la que los ha parido.
Lo único cierto.
No habrá acuerdo.

Quiero la casa, quiero el mejor de los coches.
Las cuentas bien saneadas.
Quiero las fotos, quiero los bellos recuerdos.
Quiero todos tus besos: pasados y futuros.
Que no olvide un solo abrazo: de ayer y mañana.

¿Y a mí, qué me dejas?
Un puñal para la espalda.
Que cada vez que te acuestes, duela.

Me llevo el amor que me diste,
con el resto de mis joyas.
Los bailes, cenas y viajes.
Y los muñecos de la tarta.
¿Para qué?
He de quitar al caballero.
También mi vestido de novia.
¿Por qué?
Ya tengo un marido nuevo.

Es mío tu reloj de oro.
Tus corbatas, zapatos, gemelos.
¿Por qué?
Yo te los compré.

Tengo otro par de gemelos,
¿también los quieres?
No, esos ya me dieron los hijos,
y te he dicho que me los llevo.
No habrá acuerdo.

Quiero esto, eso y aquello.
Quiero lo de más allá.
Lo de este y lo del otro lado.
Lo que está a la luz y a la sombra.
Lo que se ve y lo que escondimos.
La alfombra y lo que hay bajo ella.
Los abrazos, bromas y risas.
Todas las alegrías,
cada minuto del día.
Lo quiero, y lo quiero TODO.
No habrá acuerdo.

Quiero el colchón y la almohada.
¿Por qué?
Que duermas en el suelo con otra.
Quiero mi vida y la tuya.
Quiero dejarte sin nada.
¿Por qué?
Sólo de mí, que estoy enamorada.

No habrá acuerdo.

RE-NACIMIENTO

RE-NACIMIENTO


Hoy salió el sol.
¡Tanto tiempo que no amanecía!
Meses, qué digo, años.
De sombra y noche.
De frío y tiritona.
De abismo y oscuridad, mazmorra y cautiverio.

Pero, hoy, estalló el sol.
Descubrí una vista preciosa:
un horizonte más cercano
un cielo próximo.

Las montañas, azul prusia.
La nieve, violeta claro.
El mar, turquesa.
Las arena del desierto, siena oro.
Los valles, verde cinabrio.
Los ríos, azul de sèvres.
Los lagos, rosa quinacridone.
Los bosques, verde esmeralda.

Hoy el sol se acercó a mi.
Me dio un abrazo cálido,
¿cómo si no?

Una nube, muy blanca,
perfecta como ninguna,
con cuerpo de hada,
mirada dulce y susurros de melodía,
abrió los brazos rodeándome con su estela.
¿Qué tal estás?, preguntó.
Esperando.
Besándome, añadió: te amo.

Desaparecí.

ENCUENTRO

ENCUENTRO


John Smith aparcó el tren
en doble fila.
Allí estaba ella:
¡qué beldad, qué hermosura!

Ojos verdes, cabellera azulada.
Abrigo de plomo,
gorro de piel de naranja.
Qué hábil combinación,
¡qué suerte, qué riesgo y cordura!

Él dijo hola cariño.
Ella dijo adiós, ya puedes volverte.

Él dijo hola mi amor.
Ella dijo eres un cabrón, no quiero verte.

John Smith se quitó la gorra,
de maquinista.
Fue cortesía.

Allí escupió ella:
¡qué color verde!, ¡qué espesura!
Fue despecho.

Qué arrebato, ¡qué frescura!

Joanna se dio la vuelta,
con altivez.
Qué gallarda, ¡qué gran estilo!
Desapareció a grandes pasos.
Ocultó a John su galladura.
¡Qué caradura!

COMPLETO

COMPLETO


Soy el artista total.
Totalmente acabado:
antes de empezar.

Soy un hombre completo.
¡Tengo incluso pies y manos!
No me falta de nada.

Soy una persona entera.
De los pies ¡a la cabeza!

Tengo una vida plena.
Tengo mujer, tengo hijos,
tengo una extensa familia.

Tengo coches, casas, ¡barcos!
Tengo dinero: invertí en buenos fondos.
Tengo salud:
sé dónde me han de mimar cada día.
¡Tengo juventud y belleza!

Soy un tipo con suerte:
siempre consigo algún premio.
Tengo chance, tengo charming.
Tengo good looking.
¡Todos me llaman darling!

Allá donde voy hago amigos.
Me invitan a fiestas, bodas, ¡bautizos!
¡En todos soy el padrino!

Me llaman para entrevistas, reuniones, consejos:
de administración y de pueblo.
Todos esperan pacientes,
¡y me aplauden al entrar por la puerta!

La prensa me adora,
Las cámaras me quieren,
Todas dicen estar locas:
¡Por mi, mi dinero y mi gloria!

Soy argumento de libros, películas.
¡De tres obras de teatro!
¡Tengo el mundo a mis pies!
Y sin derramar una gota:
ni de sudor ni de sangre.

Tengo, tengo, tengo.

¿Por que será que, teniéndolo todo,
no estoy satisfecho con nada?

DESPEDIDA

DESPEDIDA


Ahora que ya no nos quedan lágrimas:
Todas huidas.

Ahora que ya no nos quedan fuerzas:
Las agotaste.

Ahora que ya no nos quedan besos:
Los evitaste.

Ahora que se perdieron las caricias:
Te dieron asco.

Ahora que ya no nos queda tiempo:
Todo el que te di lo derrochaste.


Ahora que es tu ausencia una costumbre,
y tu desprecio un hito.
Que la traición es tu marca registrada,
y has hecho de la mentira un gran monólogo.

Ahora que te has declarado en rebeldía,
pero solo en rebeldía de amar a quien te amaba.
Que has dictado sentencia y condenado,
condenado a guillotina a quien tenías a tu lado.
Que has hundido con saña, destruido,
todo lo que unidos con coraje levantamos.

Ahora que ya no oigo tus insultos:
es un alivio.

Ni tus desplantes, tus desaires, tus desatinos:
es un descanso.

Ahora que son pedazos las ilusiones: de cristal.
Los proyectos: de porcelana.
Ahora que te has llevado las emociones: como un tornado.
Todas tus cosas: como un trapero.

Ahora que de ti no has dejado nada, salvo el silencio.
Y que de mi te has llevado todo, salvo el silencio.

Ahora que has quemado los recuerdos,
borrado toda ilusión,
sembrado de desesperanza cada instante del día.
Ahora que has negado cualquier encuentro,
que tu deslealtad ha ensuciado cada espacio que ocupamos.

Ahora que con tu arrogancia has despreciado todas las preguntas.
Que con tu soberbia has arrollado todo,
y con tu orgullo desoído a todos.

Ahora que la altivez te lleva de la mano,
Que la coquetería se ha transformado en vanidad,
y que juntas os enseñoreáis allí donde
las miradas desnudan igual que despellejan.

Ahora que tu estela sólo deja decepción
y tras tu marcha se adivinan las huellas del desencanto.

Ahora que el egoísmo guía tus decisiones,
que la ira alienta tus arrebatos,
que devoraste toda ilusión.
Que destripaste como una fiera
a quienes aconsejando se te acercaron.

Ahora que nuevos aromas van ocultando,
fagocitando,
el fino olor de tus perfumes.
“…son tus perjúmenes mujer,
los que me sulivee…”

Ahora que el martillo de los relojes
va machacando el eco de tus voces.
Que de grandes y pequeñas cosas
todas tus huellas se van borrando.

Ahora que hasta tu recuerdo de mi desaparece:
como el humo.
Que tu rostro, en mi,
comienza a confundirse:
como las nubes.



Ahora, ahora sí, lo sé.

Es el momento de decirte adiós.
Y para siempre.

PARADOJA

PARADOJA


Si somos legión los perdedores
¿cómo es que,
siendo tantos,
nunca vencemos?

VERDAD O MENTIRA

VERDAD O MENTIRA

¡Estudiad! ¡Estudiad!
Estudiad, que la verdad os hará libres.
Falso.
La verdad os convertirá en reos de la desilusión y el desencanto.
La verdad os sacudirá el sopor de los ignorantes,
el absurdo de los necios,
la fe ciega de los crédulos,
la felicidad de los pasmados.

La verdad pesa como un ancla.
Paraliza como herida de muerte.
Apesadumbra cual peor noticia.

¿Será verdad, que verdad no hay más que una?

HAPYNESS

HAPYNESS


Felices Pascuas, Feliz Cumpleaños, Feliz Aniversario.
Feliz Todo.
¡Dame algo más, que no sea un intento!

Felicidad de estar aquí. De verte. De oíros a todos.

¿No es Felicidad quien pasea mi orilla contraria en este río?
Siempre.

Dame algo más. ¡Que la sienta dentro!

¿No es Felicidad quien vuela por encima de las nubes?
Adonde nunca llego.

Dame algo más. Que también flote mi cuerpo.

Siempre más, y todo lo has cobrado: ¡te di la vida entera!
¿La mereciste?

Felicidad es verte, oírte. Reunirme con todos otro año.
¡Que no sea el último!

Estar aquí, existir. Comprobar que, ahí,
seguís siendo vosotros.

Había olvidado:
la costumbre transparenta lo importante.
Torna volátil lo que nunca debió dejar de ser eterno.

Felicidades.
Felicidades a todos.

CONTENIDO

CONTENIDO


Ha llegado el momento de hacer balance
de buscar en mis bolsillos.
En el maletín de viaje.

Lo que haya acumulado
Lo que más he valorado.

Ha llegado la hora de sincerarse
de decir la verdad sobre mis triunfos:
Acumulación de los fracasos.

De significar las pertenencias
y valorar las posesiones:
Ir y venir de este acumulativo inútil.

Las mentiras que he perseguido.
Todas las que me he contado, y defendido

Ha llegado el día para ser juzgado.
Dónde mi piedad, mi compasión.
Por qué si nunca quise perdonar
oculto ahora mi codicia, mi egoísmo, mi ruindad.

Siempre generoso en la mentira,
hábil en el silencio que no otorga.
Sordo ante las voces que reclaman
ciego a las manos huesudas y extendidas.
Ausente ante el dolor que me es ajeno,
fugado del compromiso solidario.

Qué fue de mis promesas
Dónde dejé la honestidad.
Cuándo perdí mi lealtad.

Ha llegado el día de hacer balance,
La hora última para ser juzgado.
Y condenado.

Condenado a seguir viviendo.
Viviéndome.
Condenado a no poder contar
Sino conmigo.

IMPRODUCTIVO

IMPRODUCTIVO


Comer, dormir, trabajar.
Comer, dormir, trabajar.
Comer, dormir, trabajar.

Tiempo.

Dormir, comer, trabajar.
Dormir, comer, trabajar.
Dormir, comer, trabajar.

Tiempo.

Trabajar, dormir, comer.
Trabajar, dormir, comer.
Trabajar. Dormir. Comer.

Tiempo.

Milenios de repetición.
Procesos elementales.
Error de prioridades.
Consumiendo la vida para agotar después la de repuesto.

Aislado, descubrí que no había de repuesto:
ficción durante siglos toscamente elaborada.

Emprendí la huida, buscaba el tiempo.

Hoy he conseguido liberarme.
Derribar los tres pilares que sustentaban la existencia:
Vana.

A cambio, sólo a una cosa he renunciado:
La vida.

GRANDE

GRANDE


Surgí espontáneo en medio de la nada
Hinchado de sueños e ilusiones vanas.

Comencé cientos de obras,
no terminé ninguna.

Declaré la guerra más de mil veces,
nunca gané una batalla.

Abordé cada barco,
de todos fui arrojado.

Pretendí a todas las mujeres
no correspondió ninguna.

Quise gobernar a hombres y pueblos
huyendo terminé de ser esclavo.

Aposté en todas las ruletas
la bola evitó siempre mi color.

Yo, que todo lo he intentado
salvo la muerte
Yo sí que puedo decir,
que he malvivido.

PERTURBACIÓN

PERTURBACIÓN


Una nota
Una piedra
Una nube.

Cosas que pasan
Cosas que están.
Sólo algunas se oyen.

Un recuerdo
Un nombre.
Una emoción.

Cosas que fueron
Que ya no están.
Que nadie oye.

En la distancia, el murmullo:
debe ser de alegría.
Siempre lejana.

A lo lejos, el futuro,
la esperanza.
Siempre mañana.

Reverberaciones del pensamiento.
Laberinto de las ideas.
Remolinos de incertidumbre.
Vaivenes de decisiones.

Lo único cierto: la confusión.

CONFESIÓN

CONFESIÓN


Te reencontré revisando viejas fotos
casi olvidé que una vez fuiste pequeña.

Sumisa y callada, caminas a mi lado:
cariñosa prolongación de mi sombra
que viaja, junto a mí,
en un universo paralelo e inaprensible.

Soy un ser superior.
TU ser superior:
ignorante de cuanto te rodea
sordo a los sonidos que te despiertan
perdidos para mí los olores que te guían.

Eres amor, paciencia, compañía
de veinticuatro horas.
Para ti son muchas más:
no corre el tiempo igual para los dos.

Hastiado, me aburro de todo.
Tú te entretienes con las cosas más pequeñas:
una miga en el suelo, una hormiga despistada, una hoja bailando con el viento.
Lo sencillo es relevante.

Soy un ser superior.
Tu ser superior:
la mano que te duele y que te humilla
la voz autoritaria que ordena tu destino.

Sin embargo, no consigo verme reflejado en tu mirada.
Son tus ojos tan impenetrables, tan oscuros.
Es lo que piensas un misterio, el mayor de tus secretos.

Nos observamos, pero no nos entendemos.

Nunca diré te quiero, sé que no lo necesitas.
Tampoco sería sincero.

CONVERSACIONES

CONVERSACIONES


Cuánta energía desperdiciada hablando conmigo
Que no sé si existo.

Cuánto tiempo perdido discutiendo con mis fantasmas
Que son reales, que están ahí.

Aquí dentro.

Tantas voces que callar, tantos gritos que soportar.
Tanto ruido contenido en tan poco espacio.
Tanto se llevan las ideas que te arrancan pedazos.


Somos demasiados, aquí el aire escasea.

Un día, que no está lejano,
he de reunirnos a todos.
Cogidos de la mano,
formaremos un círculo.

En torno a una pira.

Préndase la llama liberadora
Que ardan las ideas, las pesadillas,
los sueños,
como se quema la carne.

No hay otra senda para recuperar el silencio:
la no-existencia.

Pongamos fin a tanta discusión inútil.

sábado, 21 de marzo de 2009

SIN SALIDA

SIN SALIDA

Oculto los ojos con mis manos:
no quiero ver el mundo.
No quiero verme.

Tapo los oídos con dos dedos:
no quiero escuchar si algo tiene el mundo que decirme.
No quiero oírme.

Todo es inútil:
no puedo escapar.
Del mundo, de mí mismo.

Encarcelado en un cuerpo
he de compartirlo conmigo.
Que no me soporto.

Todos los monstruos que hay en mí
buscando la forma de aniquilarse.

Cuántos gritos, cuántas heridas.
Cuánto dolor.

Todo lo que sea capaz de soportar.

No hay salida
Soy mi propia jaula y soy mis fieras.

IR-U-IR

IR-U-IR


Las tazas humeantes
Las miradas perdidas.

Los recuerdos aún frescos
La despedida reciente.

A un paso de subir al tren
A un momento de entrar en el silencio.

La mirada puesta en el andén
En los tejados lejanos.

La mente viajando al destino:
La catarsis de la renovación.

No recuerdo haberte dicho te espero:
¿olvidé lo más importante?

Mi billete no es para cambiar de ciudad
Es para cambiar de mi mismo.

Otro lugar, otras gentes, otra vida.
Por fin, otro yo.

No sé si he comprado la huida
O el valor para empezar siendo cero.

Asumiré mi destino
Siempre que no se repita.

Metamorfosis
Debe nacer un ser nuevo.

PERDEDORES


PERDEDORES


Nos reunimos cada martes en el café Madrid.
Tertulianos sorbiendo el brebaje oscuro de las tazas
escupiéndonos historias y derrotas.

Coleccionistas de cicatrices y golpes
hurgamos en todas las heridas.
Propias y ajenas.

Llagas de tantos viajes sin destino
de amores extraviados
de batallas perdidas.

Humillados, rotos, vencidos,
barajamos con desgana los pesares y echábamos unas manos:
envida con tu cicatriz cerrada en falso
que yo lo veo con mi alma envenenada.

Aparta de aquí ese cáliz, camarero,
trae para todos el aguardiente abrasador.
Terminen de consumirnos esas llamas.

Sea esta la última partida.
Hoy, el último día

RAÍCES

RAÍCES


Navegué a la deriva por océanos y pueblos
Partiendo del silencio, inicié nuevas vidas.
Con barro y mis manos, levanté mi hogar más de cien veces.

Busqué y no encontré
llamé y nadie respondió.
Escuché, nadie me habló.

Bebí de todas las fuentes
me vestí con todos los colores.
Me bañé en todos los perfumes.

Ninguna puerta me fue abierta
sufrí miles de burlas.
Soporté calumnias y envidias.
Creí que lo que hacía valía algo.

Cansado, me retiré a mi pueblo
Derrotado, busqué las raíces amputadas
En el intento, agoté todas mis fuerzas.

Marché en busca de fortuna,
volví al encuentro de la paz.
En la escasez, hallé el reposo.

Pero en el ir y el venir,
Perdí el tiempo, el amor
y la vida.

ENTRE MIRONES

ENTRE MIRONES


Juan mira a esa chica de las tetas tiesas:
Por eso.

Luis se relame con la del culo prieto:
No sé por qué.

Y yo, el más idiota mirón, los observo a todos:
Tú sabrás.

TODO PASA

TODO PASA


Pasarán los rigores del invierno, los vientos, las heladas
Los labios rotos, las manos grietas.

Pasarán los sofocos del verano, el calor, los campos secos.
El sudor, la piel quemada.

Pasará un año, y otro, y otro.
Pasará como pasa el río por los valles,
embravecido hoy, moribundo ayer.
Como caen las hojas en otoño,
tan verdes hace un rato.
Como vuelan las palabras en el aire,
tan falsas, y más breves.

Pasaré yo, tú, todos.

MAGNANIMIDAD


MAGNANIMIDAD


Mirándole a los ojos a mi perra enferma, le dije:
Te mataré para que dejes de sufrir.

Mirándome a los ojos mi perra enferma, contestó:
Si por amor me matas, quiéreme menos y déjame vivir;
que aun doliendo, prefiero esta vida a ninguna.

ESPECIES

ESPECIES


Homo Sapiens Sapiens cortaba la tierra
con su arado y con sus bueyes.
De sol a sol, de cero a treinta grados.

Pan Paniscus arrancaba otra fruta madura
en la frescura y el cobijo de su árbol.

Homo Sapiens Sapiens hizo una pausa y, mirándole, dijo:
¡qué cerca estamos!, y sin embargo qué lejos.
Miles de años de evolución, ¡para quedarte en eso!

Pan Paniscus arrojó la piel de su fruta al suelo y
viendo cómo Sapiens observaba, pensó:
miles de años de evolución, ¡para llegar a eso!

FUTILIDAD

FUTILIDAD


Son las pequeñas cosas las que importan
Los minúsculos detalles todo lo dicen.

No. Ni siquiera esto importa.

Nada es relevante.

LA CASA

LA CASA


Con estos brazos levanté mi casa
De los cimientos al tejado, piedra sobre piedra.
Fatiga sobre fatiga.

Con estas manos decoré mi casa.
De puerta a puerta, de pared a pared.
Sueño sobre sueño. Caricia sobre caricia.

Mi casa, ¡qué será de mi casa cuando yo no esté!

Venta y reventa, negocio sobre negocio.
Disputa contra disputa.

Hasta que llegó el olvido.

Creció la hierba y las zarzas se adueñaron de la piedra.
Un rayo partió la cubierta y las lluvias trajeron el derrumbe.
El pillaje arrasó lo que quedaba.

Todo pasa.
Nada permanece.
Tampoco mi casa.

viernes, 13 de marzo de 2009

EL PATRIOTA

EL PATRIOTA


Te mereces todo el mal recibido
Por cobarde.

Te mereces las humillaciones, los insultos.
Que te escupan.
Por traidor.

Te mereces la ignominia, el destierro.
Que te olviden.
Por farsante.

Te mereces los mil pedazos de tu cuerpo. Esparcidos.
Por tirano.

Te mereces acabar como lo has hecho. Despreciado.
Por patriota.

JUICIO Y FINAL

JUICIO Y FINAL


Los pecados vinieron a mí como fantasmas
helando con su presencia este presente.

La culpa es una penitencia insoportable
El remordimiento, el garrote que estrangula mi garganta
El daño infligido, la sombra que planea la venganza.

Ha llegado la hora de pagar las deudas.
No habrá perdón.

PÓSTUMO

PÓSTUMO


Que no me nombren hijo predilecto
que no me den la cruz del mérito,
militar o civil.

Que no me dediquen plazas ni calles
Que no me hagan homenajes
Que no me llenen de alabanzas
Que no lloren mi recuerdo.

Porque el día que lo hagan,
será porque estoy muerto.

NECESIDADES

NECESIDADES


Necesito una crema
muy hidratante.
Y yo una colonia
que sea de marca.
Que no pase un día sin un traje nuevo
con corbata de rayas.

Necesito más discos
que no pare la música.
Y otro par de zapatos
que no paren las compras.

Necesito, necesito, necesito.
Mucho más de todo lo que ya me sobra

Pero lo que más falta, sin que me de cuenta
es recuperar el tiempo
para empezar de nuevo.

TODO Y NADA

TODO Y NADA


Todos los miedos, todas las penas, todas las glorias.
Todos los días, sin una ni otra.

Todos los ruidos, todos los gritos.
Todas las luces de este nuevo mundo.

Todo lo que has vivido
Que resultó ser nada.

FELICIDAD II

FELICIDAD II


La felicidad es un efímero imposible
Un arrebato momentáneo percibido
cuando ya se ha ido.

El resto del tiempo es arrastrarse
por esta insoportable brevedad del ser humano

PREGUNTAS

PREGUNTAS


Entre todas las preguntas que me hice
las amargas quedaron sin contestar.

¿Para qué nací?, ¿para qué viví?
¿por qué toda mi vida malgasté?

¿Para quién estos ojos?
¿Para qué estas manos?
¿Por qué esta mente que sólo sabe pensar?


Entre todas las preguntas que me hice
de las más amargas me dieron la respuesta.

Ayer, hoy, mañana serán lo mismo:
puntos perdidos en el vacío del tiempo.
La sangre del corazón, la negrura del alma:
intentos fallidos para no ser nada.


Entre todas las preguntas que nos quedan
las más amargas son las que nunca pronuncié.

¿Cuánto nos sobra?, ¿cuánto nos falta?
¿Cuánto durará el temblor que nos delata?
¿Cuándo cesarán los miedos?
¿Cuándo terminará esta guerra que nos enfrenta?
Nos mata.


Entre las pocas respuestas que recuerdo
Sólo dos no dejan que viva.
Ni que muera.

Que he nacido para destruirte.
Que estos espasmos violentos lo son hasta acabar contigo.
Quiero arrastrarte en mi caída, enterrarte en el fondo.
Quiero hacerte cosas horribles, que sufras como yo lo hago.


Quiero que, por fin, termines
porque tú soy yo.

RECUERDO

RECUERDO


Mi padre acarreaba la leña
Mi madre contaba los hilos secos del azafrán
Yo me moría de pena, de contar las horas.
De soledad.

El mar de Ulises al fondo
Un mar de bruma en cada valle
Y un mar de lluvia
calando entre los árboles.

Mamá, mamá, ¿dónde están mis hermanos?
En el campo de batalla, ¡hacia la gloria!
En los altares. Hacia el olvido.

Mamá, mamá, ¿por qué no luché yo con ellos?
Porque eras niña, porque alguien ha de cuidar de nosotros.
¿Y dónde están mis medallas, mis honores,
mis méritos?

Papá prendió fuego a la leña
Y casi a nosotros con ella.
Mamá salvó sus hilos secos
pero perdió la cabeza.
Tanto revés no se puede
demasiado para aquella pobre bestia.

Mamá, papá, ¡no os marchéis todavía!
Que tengo mil preguntas
Más una:

¿Cuánto dolor me queda por soportar?

Quítame este sufrimiento
miénteme que la verdad me ahoga.

Todos se han ido
Como se fueron entonces.
He quedado sola
Como lo estuve ayer.

Mamá, papá, decidme.
Decidme
para qué he vivido.

LAS FOTOS DE LA MESILLA

LAS FOTOS DE LA MESILLA


La hija con su sombrero nuevo
La comunión del sobrino
La boda del tío cura
Los abuelos en blanco y negro
Los hermanos, son tan pequeños.

Cómo ha pasado el tiempo.
Con cada foto
una década.

Ya no me tiemblan las manos para agarrar lo que quiero
ni me tiemblan los brazos con que aferrarme a mis sueños.
Ni lo uno ni lo otro
que ya nada vale la pena.

Toda una vida de aplausos
de aplausos para los otros.
Toda una vida en silencio
el que ni con mil muertos se ha roto.

Los muebles, las vajillas, las cuatro sábanas viejas:
mi culto y mi devoción.
Cosas que nada valen
pero todas me sobreviven.

Cuando era joven fue pronto.
Y hoy que soy viejo
Ya es tarde.

TRATO DE COMPRENDER


CONFUSIÓN


Trato de comprender:
a los que mienten
a los que se dejan engañar.

Quiero saber,
cómo salir,
de este falso túnel de realidad.
Dónde está,
cómo llegar,
a la dimensión que se me escapa.

Trato de comprender:
a los que hablan
a los que otorgan.

Quiero tocar el otro lado
atravesar el muro que me separa del mundo.
De cuanto soy.
Quiero mirar más allá
y encontrar algo, una esperanza.
Tal vez a mí.

Trato de comprender:
a los que actúan
a los que se dejan hacer.

Intento huir,
despojarme de todo.
De cuanto soy
de cuanto fui.
Salir corriendo, desaparecer.
Diluirme en el vacío.

Trato de comprender:
a los que luchan
a los que se rinden.

Y una vez allí
fundido en medio de la nada,
incinerarme.
Y por un instante
de gloria efímera
podré decir
que habré vivido intensamente.
Nada importa
que esa intensidad
me haya consumido.

Trato de comprender:
a los demás
a mí.

martes, 10 de marzo de 2009

PINTURAS




LA PLAYA

LA PLAYA


Te recuerdo Amanda,
perdón, Antonia.

Te recuerdo Antonia
pasear sobre la arena.

Tu cuerpo danone
Tu busto de Fa...
Mejor recuerdo esto último.
Sobre todo esas últimas.

Te recuerdo Alejandra
y ese vestido, pura gasa,
con que curar las heridas.

Las olas bañando tu piel
La arena royendo tu carne.
¡Qué carne!

Qué carnicería.
La resaca, abrasiva,
había dejado tus huesos al aire
sin vergüenzas ni nada.
¡Qué cosas!

Pero caminabas con gracia.
Con gracia y salero.
La que quedaba en las tibias
ya perdidos los pies.

Y la sangre
¡cuánta sangre!
que el mar deslavaba.
Poco a poco eras nada.

Te recuerdo Alfonsina
Con tu camiseta mojada.
¡qué placer, qué erotismo!

Si no fuera porque detrás
se escondiera el abismo:
el que hay entre tu esternón y la escápula.

Qué oquedad tan salvaje,
qué vacío.
Sin corazón, sin pulmones,
sin vísceras rancias.
Sin bajas pasiones.

Te recuerdo Abelarda
un cráneo en la arena
la mirada perdida.
¡y tanto!
Sin ojos ni orejas,
ni nada.

Es amor lo que siento
es amor verdadero.
Porque de rabia,
te di una patada.

E.C.I.

ECI


La señorita hipermaquillada,
de mirada estrábica y modales aprendidos,
miraba a Luisa de arriba abajo.
No daba la talla, la clienta,
pero había que encajarle una, como fuera.
Que se va la comisión.

Por megafonía,
la voz modulada pide que retiren un vehículo, que no es de nadie.

Jorge, el muchacho engominado y de corbata impecable
anuncia a su compañera, de trabajo,
que se casa, no con ella.
Y le cuenta que ese día ha comido vainas con un refrito de ajo.
Vaya aliento.

Sonia, la hipermaquillada de falda tirante y pelo teñido de caoba
da nombre y dirección a la clienta, que se escapa.
Con la comisión.

Los niños, abandonados entre la estulticia de Mario Bros y las fantasías sexuales de Lara Croft,
rebotan de la Casita Hinchable al Gran Parque Infantil.

Los niños, esas encantadoras criaturas cuando están entretenidas.
Y lejos.

Tropiezo con María Ángeles.
Y a María Ángeles le toca las tetas que haya tropezado con ella:
ahí, en las tetas.
Conmigo van siete en una jornada de trabajo.
¡Perdón caballero!,
no obstante.

Písale a tu madre, ¡so cabrón!,
por dentro y Dios mediante.

¡Perdón señorita!,
por educación más que sentimiento.

Rebajas, segundas rebajas y precios especiales.
Conozco a Purificación García, a Emilio Tucci y al Señor Zegna
¡en un solo día!
Y me siento el rey de la alta costura,
si no fuera porque no acompaña mi estatura.
¿Será por esto que falta simetría en esta relación?

Detrás de Sahzá,
la dependienta acalorada con desodorante fiel libera otra clienta atrapada en el probador.
¡No se ponga nerviosa!,
por educación.
Otra gilipoyas,
por sinceridad.

Abre la puerta con una gesto de fastidio:
prisionera número doce del día de hoy.
Algo va mal con esa puerta
o están hoy más tontas las clientas.

Harta está ella,
como estamos todos.
Como lo estoy yo de tanta compra inútil.

Y qué sonrisa,
esta es la última y es auténtica
cuando pasan con esmero tu tarjeta.

LA BASE DE TODO

LA BASE DE TODO


Cuando compartas las migajas de los pobres
Cuando alcances caminando el horizonte
Cuando pise con mis pies la cruz del norte.

Cuando el saco de tu piel no contenga tus órganos
Cuando el saco de tus huesos no te mantenga erguido.

Cuando dejen de sangrar las heridas del pasado
Cuando la sangre derramada no sea sangre perdida.

Cuando Dios sea un muerto entre los muertos
Cuando estar muerto sea estar tan vivo como todos.

Cuando el mundo mire abajo igual que arriba
Cuando quedar dentro y quedar fuera sea lo mismo.

Cuando la base de todo esté en el aire.

Entonces
podrás decir que todo este tiempo:
de guerras
de pandemias
de hambre y de miseria.

No fue un tiempo perdido.

HOY MIRO LOS TEJADOS

HOY MIRO LOS TEJADOS


Ayer me jubilé.
Jubilé, jubilado, júbilo:
espero.

Descanso plena,
disfrutando cada uno de mis 180 centímetros de sofá.

En mi cuarto de estar,
en mi pisito de estar,
me rodea la familia.
Cada minuto.
Mi prima, mi hermana, mis sobrinos,
la novia secreta de toda la vida.

Cada cosa en su sitio:
ni un pétalo caído de su rosa,
ni una hoja amarilla en mis plantas,
ni un libro de greguería.
Todo es orden y limpieza.
Es mi orden y limpieza.

Caen las horas del primer día de sol
del resto de mi vida.
He quedado libre, al fin,
de mi última atadura:
el trabajo.

Sin hijos, sin marido, sin compromiso alguno.
Disfrutaré de la libertad total.

Esta libertad total que empieza hoy.

Esta soledad total,
también.

EL ÚLTIMO INVITADO

EL ÚLTIMO INVITADO


Juan estaba leyendo el periódico
estudiando las noticias de deportes.

La luz le caía desde la ventana
unos rayos de sol embravecidos
blancos e intensos como nunca habían sido.
Amaneció habiendo ya amanecido.

Esos rayos quemaron la calva de Juan
las hojas del periódico.
Todas las noticias frescas
que desde ese instante dejaron de importar.

Cuando la luz quiso ser normal
ya estábamos todos ciegos.
Y agarrados como niños extraviados
palpamos con ahínco las paredes chamuscadas.

Después vinieron los vientos
que descarnaron personas y paredes.
Trozos de humanidad desperdigados.

Fueron barridas las naciones
encolerizados los fondos de los mares.
Aniquilado cada vestigio de vida.

Katchatek nos visitó sólo una vez
Pero nos marchamos todos.

MIRÁNDOTE A LOS OJOS...

MIRÁNDOTE A LOS OJOS...

Se hace el silencio
sé que vas a morir.
No hago preguntas.

Son tus pupilas las puertas de la noche
La antesala que da paso a las voces que callan.

De las sombras
viene cabalgando la Parca
Me miras y te muerde la rabia.
Y el resentimiento
Piensas que no me doy cuenta.

Juventud ingrata y egoísta.
queda en tus labios.
Tanto duele que no te pregunte.

No sabría decirte:
noventa años deben dar para mucho.
Tampoco serviría de nada.

Te oigo respirar
resoplar.
Qué poco aliento te queda.

Me oyes pensar:
¡cuánta vida me sobra!

VECINOS

VECINOS

Observo, harta de tiempo y de paciencia,
a ese joven apuesto pasear sobre la hierba.
Seguramente
haciendo planes para mañana y la próxima quincena.
Él que puede.

La vida le espera
serena,
pero su juventud
que no lo sabe,
corre ansiosa a atropellarla.

Yo también paseo
pero sin salir de este mirador cotilla y silencioso.
La última de las jaulas que me quedan.

Como una sombra me agarro a las cortinas
siempre enmohecidas.
Voy de mueble en mueble:
rancias islas que emergen
en el mar de silencio de mi casa.
Aquí todo va a la deriva.
No hay rumbo pues no sé si habrá mañana.

Y ese joven
que me insulta por ser joven,
apenas me da las buenas noches.
Tiene prisa.

Soy vieja,
y los sueños de otra vieja amodorran a los míos.
Cada día. Qué pareja.
A ver quién vence a quién, quién muere antes.
El orgullo de que no sea mi corazón el que se pare.
El orgullo de haber aguantado un poco más los últimos combates.

Hoy he cerrado las ventanas sin ayuda
Qué ilusión, casi digo:
¡estoy mejor!
Cuando sé que no es posible.

De aquí, ése joven es el único
con los ases para ganar otra noche la partida.

Miro las estrellas resignada:
sigo buscando una señal que nunca llega.
La ilusión, otra más,
de que morirme es un trance pasajero.

Apago la luz de la mesilla y siento miedo:
no vaya a apagarme yo también.
Y no me entere.

Oigo al joven discutir
¡qué perdida de tiempo!
No sabrá lo que tiene hasta que las cartas se le acaben.

Por si acaso,
me encomiendo, me encomiendo, me encomiendo.
Sólo pido ver el sol
¡qué poca cosa!
Como hice ayer, y anteayer
y antes de.

Consciente o inconsciente
no lo sé,
olvido que para mí no habrá mañana.
Se acabó todo.

QUÉ BONITO

QUÉ BONITO


Y me atraparon las redes
y me asfixiaron en aire.
Y con escamas de hielo
me vendieron en carne.

Y me trincharon de un golpe
y me cocieron en sal.
Y me arrancaron la piel
para meterme en cien tarros.
Y amortajado en oliva
me cocieron de nuevo.

Y abriendo sus fauces
me engulleron sin ningún miramiento.
Y por mí no hubo lágrimas
ni responsos ni duelo.

Sólo uno dijo:
¡qué bonito tan bueno!

RAZONES I

RAZONES I


Las olas, que ya no vuelven:
el mar, que se ha marchado.

El sol, que ya no arde:
el helio, que se ha agotado.

Los niños, que ya no gritan:
las madres, que no les pegan.

Las flores, que ya no brotan:
el cortacéspedes, que ha pasado.

Las campanas, que ya no suenan:
el campanero, que se ha fugado.

Los amigos, que ya no llaman:
el teléfono, que nos han cortado.

El reloj, que no da vueltas:
la pila, que le he quitado.

El gato, que ya no maulla:
el perro, que lo ha matado.

El perro, que ya no ladra:
dos tiros, que le he pegado.

La suegra, que ya no grita:
otros dos tiros, que me han sobrado.

Tus obras, que no se venden:
las musas, que se han marchado.

El tren, que ya no pasa:
el maquinista, descarrilado.

El Cristo, apolillado:
el cura, que no le reza.

El loro, que ya no habla:
la lengua, que le he arrancado.

Los males, que no se curan:
el médico, que me ha mirado.

Los hijos, que ya no vienen:
nunca te han soportado.

Mi padre, que no lo encuentro:
en la plaza, que lo he vendido.
Paté, ya no me pones:
tu hígado, que se ha acabado.

Las joyas, que ya no luces:
tus amigos, que me han robado.

¿Dónde estás?, ya no te veo:
¡las copas que te has tomado!

Los viajes, que prometiste:
el dinero, que no ha llegado.

Al baile, ya no me sacas:
los pasos, que he olvidado.

Cartas, ya no me escribes:
la tinta, que se ha secado.

Al cine, ya no me llevas:
las butacas, que están muy juntas.

Tus ojos, que no me lloran:
la paciencia, que se me ha acabado.

Tus labios, que no me besan:
el amor, que no ha durado.

Los insultos, que aún resuenan:
las hostias que te hube dado.

Tus abrazos, que ya no los siento:
los médicos, me han amputado.

Las noches, que te he esperado:
tiempo desperdiciado.

La alianza, ya no la llevas:
de otra, me he enamorado.

Con amor, ya no me miras:
los ojos, que te he sacado.

jueves, 5 de marzo de 2009

EL MERCADO

EL MERCADO


Blande su cuchillo el pescadero:
un trinchante de hoja grande, una guadaña.
Antonio trocea un bonito de dos golpes.
¡Qué bonito!
Y yo me pregunto:
¿por qué no se secciona los dedos a la altura de la última falange?

Camino. Camino entre escamas de hielo y de pescado.
¡Qué simbiosis!

Una rubia de buenas maneras y caderas,
pantalón ceñido y amplia cartera,
escucha atenta la receta.
Un besugo de medio lado la mira a ella.
Y un besugo entero mira a los dos, que soy yo.
¡Qué besugos!

Camino. Camino entre restos de sangre y trozos de crustáceos.

¿¡Qué desea el señor!? ¿¡Qué es lo que quiere!?
¡Bocartes de la bahía! ¡Los más frescos!

Camino. Camino entre ofertas que me arrojan como redes.

No terminan en la mar estas capturas.
Es el cliente la pieza más escurridiza.

Otra rubia de moño teñido mira pensativa las tripas de la anchoa.
Parece cansada,
de los hijos, de la compra, de las letras.
Son sus tripas.

Camino. Camino entre vidas rotas.
El paso de los años
fundió esos sueños de agua helada.


El cabracho de cabeza acorazada me sonríe.
La mandíbula desmesurada del rape me hace burla
con su lengua tan hinchada.

Juan despelleja una ralla
y debajo no quedan más que rayas:
las de todas sus espinas paralelas.
¡Qué redundancia!

Fiera mira la pescadilla cuando no muerde la cola.
¿Será de rabia?
Contrahecho se derrama el rodaballo.
¿Inventaría Picasso el cubismo cuando le sirvieron uno al plato?

Camino. Camino entre dientes de peces imposibles.
Entre el arte hecho pescado.
¡Por fin útil!

Vísceras de otro bonito me salpican.
¿Estarán los dedos de Antonio entre sus tripas?
¡Qué hermosura!

Verlos corretear por el canal,
que va a parar al alcantarillado,
que va a morir al mar.
¡Qué final!

Y qué principio.

VÍCTIMAS

VÍCTIMAS


De la oligarquía empresarial, ávida de dinero.
Aunque a veces nos de el empleo.

De las fuerzas de seguridad,
que dejaron de dar hostias con la porra
para darlas con el talonario de las multas.
Aunque a veces rescaten nuestros hijos extraviados.
Ya en casa: escupitajo a la cara y portazo.
Que cada cual tiene su lado.

Víctimas de la tiranía de las leyes,
del imperio de la justicia,
del autoritarismo de los jueces.
Aunque a veces encarcelen a mi enemigo,
y ese día yo sí que respiro.

Víctimas de los poderes fácticos del estado.
Aunque a veces defiendan en los foros adecuados
que esta nación, que no es la mía,
es una a respetar en el mundo.

Víctimas de los políticos, de los otros,
por pensar distinto. Y decirlo.
Y de sus millones de votos,
por ejercer su derecho,
por no estar de acuerdo con el mío.

Víctimas de los emigrantes,
por venir a esta tierra, que sí es la mía.
Aunque levantaron mi nación aceptando los trabajos
que los puros, los del Rh negativo y el cráneo modelo,
no quisimos.

Víctimas de la Iglesia,
que no nos absolvió sin preguntarnos.
Que no nos perdonó sin penitencia.

Víctimas de la ira y del rencor.
Aunque esta vez, sea del nuestro.

ME QUEDA LA VICTORIA


ME QUEDA LA VICTORIA. y la derrota.


Pongo estas flores de plástico ante la losa de tu nicho.
Negué tu último deseo: ¡Que me devoren las llamas!
No: que te coman los gusanos.
Que te hinches y te llenes de larvas.
Que mordisco a mordisco desaparezcas lento.
Que, si esto es posible, aun después de muerta sufras.

Y yo que lo vea, pues por haberte sobrevivido me quedo la victoria.

Quedan en mi piel todos tus arañazos.
Difícilmente ocultos tras una venda
de reconciliación.
Y aquellas heridas cerraron en falso.
Y la pus creció por dentro: envenenándome.

Hoy son estas las últimas flores de siete años largos.
Vencí por enterrarte, perdí por seguir vivo.

Tu sonrisa es la peor de las ausencias,
y son estos los zarpazos que hoy me matan.

Me falta el aire,
aunque sea de tus gritos.
Me sobra el tiempo,
que sin ti es un tormento.

¿Cómo vivir esposado a los remordimientos?
Las olas del recuerdo van y vienen
revuelven esta arena de la memoria.
Me ahoga la resaca de la culpa.

Más,
cuanto más creí haber logrado la victoria.

Vencí por enterrarte, perdí por seguir vivo.
Mía es la victoria, y la derrota.

BANALIDAD

BANALIDAD


La vida es una larga espera entre cortados, capuchinos y café express.
Un ir y venir del té al limón a la leche merengada.
Del sprite a la horchata pasando por el refresco de cola.

Una moneda separa la sed del bienestar
lo mismo que un camel de marlboro.

Decisiones trascendentales que cambiarán nuestro después.
Saber cuál de las dos tragaperras me seduce más
es elegir entre una morena y una rubia.
Chulapa mía.

Como un semáforo voy diciendo
ahora sí, ahora no
a cada cosa que me ocurre.

Y altera las ofertas el curso de mi vida:
sucesión de meandros esquivando los peligros
del sí definitivo y el no perpetuo.

Hay tanta luz en la nieve de las cumbres
como oscuridad en el fondo del océano.
Y yo en el medio buscando el equilibrio entre imperfectos.

El lápiz o el bolígrafo
El ascensor o escaleras
El mar o la montaña
Contenedor de vidrio o de cartón.
¿Y cómo sé que es vidrio y no cristal?

La ansiedad de las decisiones,
la jaula de los errores,
la condena de la respuesta.

Pipa o cigarrillos,
¿cuál de los dos mata más limpio?

Pasillo o ventanilla,
¿cuál de los dos mata más rápido?

El analfabetismo o internet,
¿cuál de los dos te ausenta más del mundo?

La vida es un meandro atormentado.

EL CAMINO


LA BÚSQUEDA DEL CAMINO


Quienes con los pies en llagas
buscan pidiendo perdón.

Quienes con la mano abierta
pidiendo la paz.

Quienes nada dicen reprocharse
dándola.

Quienes con la voluntad de roca
los límites del esfuerzo:
que no los tiene.

Quienes de sencillas piedras
hicieron arte de lo austero.
Atesorando en el camino ermitas y catedrales.

Y aquí, quienes de nobles óleos
con humildad las pintaron.

MINA

MINA


De lágrimas, susurros y caricias
está hecho tu recuerdo.

De risas, palabras y abrazos
llenos los años vividos.

De horas de trabajo, sudores
y kilómetros en silencio,
toda tu vida agotada.

¡Cómo mirar atrás y no romperme por dentro!
Cómo escuchar el ayer y no ahogarme entre mi llanto.

Me oprime lo que hice mal, que fue todo.
Me estruja lo que te hice, que no fue nada.

¡Cómo puedo respirar después de haberte terminado!
Cómo atreverse a vivir si ya no estás a mi lado.

CUMPLEAÑOS FELIZ

CUMPLEAÑOS FELIZ


La mano temblorosa y las respuestas perdidas
la arruga continua y los reflejos lentos.

Una boina casposa, una espalda encorvada,
las zapatillas de casa y el pantalón de pana.

Y van noventa y ocho, y otro más,
y otro día al que me agarro como si fuera el último.
Como es el último.

Cuánto pesan las puertas, qué altas las aceras.
Qué pronto se va el hombrecillo verde,
y qué rápido vienen los coches.

Las escaleras son montañas
como escasos los baños:
tengo que esconderme entre los setos para dejar unas gotas.
Tengo que perderme entre la gente para romper el silencio.

Noventa y ocho y otro más.
Y otro día al que me agarro porque tal vez sea el último.

Si sale el sol me entusiasmo y si llueve también.

Que broten las flores, ¡un sueño!
Que caigan las hojas, también.

¡Tantos años! Pero uno más.
Uno más y que no sea el último.

LLEGÓ EL DÍA

LLEGÓ EL DÍA

Hoy salí de casa
y una luz fantasmagórica caía del cielo.

El sol, el astro rey
Helios, Teotl, Shu,
quemó sus últimas reservas:
sólo ocho minutos para seguir viendo lo que veo.

Después, la luz naranja previa al colapso
pintó sombras entre ocres y sienas.

El mundo es el mundo porque así tiene que ser.
¡No hay otra manera!
¿No hay?

El mundo da vueltas,
porque tiene sobre qué darlas.
Ya no.

El sol,
una hoguera emitiendo radiaciones mortales.
Un cuerpo más,
tan vulgar como cualquiera.
Alrededor, la cuarta dimensión
el espacio creándose según se alejan las estrellas.

Quiero llegar allá lejos
Quiero saber lo que me pierdo.
Conocer lo que se esconde al otro lado.

Pero no puedo marcharme de aquí,
estoy,
estoy como un borracho pegado a su botella.
Y si fuera un romántico diría que soy un borracho de la vida.
Pero no es cierto:
la vida me da cirrosis.

Sé que nunca tocaré las luces azules,
que mi destino es morir donde he nacido:
un planeta perdido en medio de la nada.

Ya no importa,
la luz naranja es el principio del fin,
el inicio del estallido final.

Reventaré, reventaremos todos.
Reventarán las obras de arte,
Reventarán los mares y los cielos.
Reventaré y acabará esta estupidez de amarte.

EL ACTO

EL ACTO

El responsable cultural:
que hace la introducción.

El entendido:
que se extiende en una loa de dudas.

Los amigos del artista:
que le aplauden, le alaban y le adoran;
al entendido, al responsable cultural.

Los pudientes:
que no compran una obra
pero invierten en un bien como es el arte.

Los envidiosos:
que revelan fórmulas magistrales.
Que critican, murmuran, sacan faltas.
Que subsanan de un vistazo los fallos evidentes.

El marchante:
guía espiritual del artista descarriado
luz en su noche de quebrantos.
Él sí es un artista verdadero:
maestro de las finanzas, carroñero.
Haciendo arte del arte de hacer dinero.

La esposa:
viuda que tartamudea un guión de circunstancias
por quien fue su pesadilla.


Los aplausos:
mimetismos fingidos de todo aquel que la acompaña.

Queda inaugurado el acto:
con la presencia en espíritu
de otro gran artista...
Muerto.

PASAN LAS HORAS

PASAN LAS HORAS

Soy un animal enjaulado
Encerrado entre los barrotes del tiempo.

Me agarro al segundero pero me corta las manos.
Me ahorca el minutero y me estrangulan las horas.

Soy una fiera gruñendo a los instantes
Lanzando zarpazos a esta procesionaria
de momentos urticarios e incómodos.

Estoy en la boca del tiempo
en medio del tiempo
en el fin del tiempo.

Estoy, pero como un fantasma
porque el tiempo me atraviesa...

y me abandona.

REVELACIÓN

REVELACIÓN


Ayer descubrí el tiempo de la creación,
o mejor:
la eternidad de un acontecimiento creativo.

Ayer, una octava sostenida atravesó un prisma de cristal
y un rayo de colores iluminó mi universo diminuto.
Se derramó,
como agua espesa,
la oscuridad negra por los bordes de mis límites.

Ayer se hizo la luz en la minúscula habitación de mi existencia:
paredes inacabadas y un techo mal apuntalado
delimitaban un cubículo que yo había soñado interminable.

No pude mirar por mucho tiempo el horror de la verdad.
No quise tocar,
ni por un momento,
la fealdad adherida a un horizonte tan cercano.

Ayer me vi a mí mismo:
las puntas de mis patas de araña posadas en ocho dimensiones.
A cual más inmediata.

Por primera vez me descubrí y no quise creerlo:
No puede ser cierto, estoy en un mal sueño
–me dije-.

Mañana. Mañana será otro día;
estoy pasando un mal momento.
Tengo... toda la vida por delante...
Todo el tiempo para alcanzar mis sueños,
lejanos, ¿pero imposibles?

Mañana es hoy.
Y hoy
Estoy muerto.

Se me escapó el momento.

LA BOA


LA BOA

El coche de marca
Los trajes de etiqueta
Cubos de maquillaje
Corbatas de seda
Gemelos de platino Y oro.

Gladiolos por todas partes
Sombreros de un solo día
Los bancos engalanados
La iglesia desconocida.

Fotos a todas horas
Sonrisas a todo el mundo
Comida para mil pobres
Bebida para dos mil borrachos
Tartas de espada
Bailes de capa
Música de madrugada.

La boa
La boda de Fausto y Fatua.

LOS NUDOS DE LA TORTURA


LOS NUDOS DE LA TORTURA

Las cruces, los santos
el hombre de la barba, el de la calva brillante.
El ángel de la espada justiciera, el vengador
¿justiciera y vengador?
La virgen... ¡cuánto afán por las vírgenes!

La señora rubia: teñida
la del abrigo de piel: falso
La sierva y temerosa de Dios
¿sierva y temerosa?

El banquete de la eucaristía
Perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos...
¿Perdonamos?
No tengas en cuenta nuestros pecados,
que yo tendré los de los otros.
Démonos fraternalmente la paz.
¡La Paz!

La paz...
No puede haber paz en mi odio
No puede haber sino rencor y desprecio
No puede haber:
sino el infierno bajo mis pies.

MA-EQUA

MA EQUA

Me gusta el color de tu pelo
las formas de tus rizos de plancha
el color de tus mechas falsas.

Adoro tu boca redonda
tus labios gruesos
tu cara de balón de rugby
y tus mejillas hinchadas.

No puedo dejar de mirar tus ojos rojos
reventados de tanto llorar.
Tu nariz rota: esa belleza cubista
pasión de pintores y borrachos.
De gente enferma, en fin.

Me gusta verte reir
mostrar todas tus muelas
tu aparato dental: el estribo de millón y cuarto.
La lengua amarilla y gorda
los virus por todas partes
infectan tu aliento envenenado.

Me excita el bello de tu cuerpo
de tu espalda, de tus piernas.
Tan negro, tan áspero.

¿Es amor lo que siento?
Tiene que ser amor o es que estoy ciego.

¡Ay, cómo te adoro!
¡Yegua mía!

MENTAL

MENTAL

La fatiga de vivir
El estado enfermizo del alma:
La tendencia a la racionalidad.
Hombre, ¡constrúyete a ti mismo!
Si puedes.

El pazos creador
Dios, ese geómetra desequilibrado.

La belleza... ¿sirve para entusiasmar?
¿Sirve?

El hombre...
no más que polvo inútil

ASÍ CON TODO

ASÍ CON TODO

Todas las lágrimas
todas las flores
todos los dulces.

Todas las cartas
todas las noches
todas las lunas.

Todas las caricias
todos los amores
todos los quieros.

Todas las ausencias
todas las razones
todas las esperas.

Todo lo que perdimos
y lo que no nos dimos.
Todo el fracaso
de este final anunciado.
Todo lo que no fuimos
porque no quisimos.

Todo lo que nos mentimos...
para acabar con todo.

SIN TEMOR

SIN TEMOR

Nada me dice la muerte
Nada me asusta la Parca.

Con Cloto hilando a mi izquierda
Láquesis devanando a mi diestra
Átropos cercenando a mis pies
¿cómo iba a hacerlo?

Ellas velan mi último sueño
cuidan el aliento final.
Que no me quede un latido tras el último dado.

No me da miedo la muerte
así, ¿cómo iba a hacerlo?
Es... tan sólo
perder la vida lo que temo.

TALENTOS

TALENTOS

Miradme
leed esto que escribo.
Vosotros,
los que por cuatro brochazos
juzgáis esta pintura.
Que con dos versos
conocéis todos mis textos.

Escuchadme:
mediocres del mundo
¡venid conmigo!
Asaltad caminos
robad talentos.
Vaciad el arte por dentro.

No temáis, seguidme.
Porque de todos vosotros
soy yo el elegido.

DESPRECIO


DESPRECIO

¿Tienes hambre?
Pues muérete de hambre.
¿Tienes sed?
Pues muérete de sed.
¿Tienes frío?
Pues muérete de frío.

No me pidas que te ayude:
te desprecio.

Si mis palabras te parecen duras
espera a ver mi corazón.
Si mi corazón te parece piedra
espera a ver mi alma.

Te desprecio por lo que tienes
Te desprecio por lo que fuiste, lo que eres y lo que no serás.
Por lo que te falta y lo que te sobra.
Por tus súplicas, tus lamentos, tu mano abierta:
no esperes que la mía esté tendida.

No te doy la espalda, no te ignoro, no te olvido.
¿Qué es peor, la indiferencia o mi desprecio?
Pues yo, te desprecio.

Por ser distinto, hablar distinto, pensar distinto
Porque aun siendo distinto...
Eres igual.
Eres yo.

VIEJOS TIEMPOS

VIEJOS TIEMPOS

Aquellos fueron buenos años.
¿Lo fueron?
No sé, ahora me haces dudar.

Teníamos la sangre, la inocencia, la juventud.
Todo estaba por descubrir, por definir.
Tú también.
¿Yo?
No sé, me haces dudar.

Grandes extensiones de terreno vacío ante nuestros ojos.
Para poder correr, para poder gritar.
Caminantes lejanos nos saludaban.
Entonces te conocí
me enamoré de ti en ese instante.
¿Seguro?
No sé, me haces dudar.

Yo subido en una torre, tú a pie de acera.
Yo tras un alto muro, tú en campo abierto.
A mí me detenía el alambre de espino para correr a besarte.
A ti... ¿qué te lo impedía?
Tú. Me dabas asco.

Siempre tu amor fue tan sincero...

AMOR DE MADRE, ¿eterno?

AMOR DE MADRE

Me abrí de piernas para que nacieras.
Te di mis tetas para que me las mordieras.
Te di mi vida para que me desangraras.
Te lo di todo y no te ha bastado nada.

Si pudiera volver, no estarías aquí.

PARADOJA

PARADOJA


Si somos legión los perdedores
¿cómo es que,
siendo tantos,
nunca vencemos?

GRANDE

GRANDE


Surgí espontáneo en medio de la nada
Hinchado de sueños e ilusiones vanas.

Comencé cientos de obras,
no terminé ninguna.

Declaré la guerra más de mil veces,
nunca gané una batalla.

Abordé cada barco,
de todos fui arrojado.

Pretendí a todas las mujeres
no correspondió ninguna.

Quise gobernar a hombres y pueblos
huyendo terminé de ser esclavo.

Aposté en todas las ruletas
la bola evitó siempre mi color.

Yo, que todo lo he intentado
salvo la muerte
Yo sí que puedo decir,
que he malvivido.

PERTURBACIÓN

PERTURBACIÓN


Una nota
Una piedra
Una nube.

Cosas que pasan
Cosas que están.
Sólo algunas se oyen.

Un recuerdo
Un nombre.
Una emoción.

Cosas que fueron
Que ya no están.
Que nadie oye.

En la distancia, el murmullo:
debe ser de alegría.
Siempre lejana.

A lo lejos, el futuro,
la esperanza.
Siempre mañana.

Reverberaciones del pensamiento.
Laberinto de las ideas.
Remolinos de incertidumbre.
Vaivenes de decisiones.

Lo único cierto: la confusión.

miércoles, 4 de marzo de 2009

BREVES

BREVES

Dime, dime que me quieres.
¡No! Te jodes.


Caperucita, ¿era roja?
Sí. La fusilaron.


No sé, no sé...
Si darte un beso
O una hostia.


Si tú me dices ven
Si tu me dices ven... ¿lo dejo todo?
Anda, ¡vete a la mierda!


¿Qué diferencia
a un racista,
un asesino,
un corrupto,
un dictador,
de quien no lo es?
La oportunidad.


Qué cruel es el arte
cuando oculta al mediocre
que para artista se nace,
y que es, cuanto más,
un buen artesano quien se hace.


Te rogamos, óyenos.
Te rogamos, óyenos.
Te rogamos, óyenos.
Pero... ¡qué cojones!
Te rogamos, ¡déjanos!


Alzheimer, su última crueldad es
que cuando mueres,
ya nadie lo siente.
¡Hace tanto que te has ido!


Murió María
hace tiempo, ¡qué tragedia!
La pobre, era tan pobre.
Y aun siendo poco
con avidez nos repartimos sus migajas.
¡Qué miseria!


Ya no te quiero
¿Por qué?
Me desespero.

Ya no te adoro
¿Por qué?
Me infravaloro.

Ya no te aguanto
¿Por qué?
El desencanto.

Ya no te espero
¿Por qué?
Se pasó el tiempo

LO QUE ES PORQUE DEBE SER

AXIOMA

Si un cielo
una nube.
Si una nube
una tormenta.
Si una tormenta
el suelo.

Si un médico
un enfermo.
Si un médico y un enfermo
un cura.
Si un cura
la muerte.
Si la muerte
la libertad.

Si un pueblo
un cementerio.
Si un bosque
una carretera.
Si una pareja
una disputa.

Si una madre
un niño.
Si un niño
un tortazo.
Si un tortazo
una lágrima.

Si un mar
un pez.
Si un pez
una red.
Si una red
un barco
Si un barco
la muerte.

Si un pájaro
una pluma
Si una pluma
un tintero
Si un tintero
una carta
Si una carta
un te quiero
Si un te quiero
un te adoro
Si un te adoro
un sueño.
Si un sueño
un despertar.
Si un despertar
la soledad.
Si la soledad
la amargura
Si la soledad y la amargura
la vida.

Si la vida
una razón para morir.

DE TRENES Y PASOS

LA VÍA MUERTA

El tren
el andén
la gente.
Mucha gente.

Vine a decirte: ¡Adiós!
A despedirme con un beso.
Que no te olvidaré,
que vuelvas pronto.

Mi corazón se iba contigo.
Te escribiré, ¡todos los días!
Cartas de amor y de esperanza.
Te llamaré, ¡iré a buscarte!
Siempre que pueda.

Vine a ayudarte:
con tu maleta
tu paraguas,
tu abrigo y tu sombrero.
Con tus cosas.

Tus botas altas
tu pañuelo de seda
tu elegancia:
sofisticada y distante,
nunca vulgar.
¡La reina del andén!
Vine a decirte que te quería.
Temí perderte para siempre.

Por eso te empujé:
el tren estaba cerca
imposible evitarlo.

Las ruedas te cruzaron
como un cheque barrado:
por arriba y por abajo.
Tres hermosos trozos
todos rojos.

Tu pañuelo de seda
Deshilado.
Tu abrigo roto
tus botas... cortas.
Tu elegancia,
sofisticada y distante,
escurriendo por la piedra
sobre un lecho de traviesas.

Ya no te irás, me dije.
¡Serás para siempre mi reina!
El tren
El andén
La gente.
Mucha gente.

Y la vía muerta.

EL SÉPTIMO DÍA

EL SÉPTIMO DÍA

Quiero ser como tú
quiero vivir de las rentas.
quiero tener tu prestigio, tu respeto, tu poder.

Quiero jugar con el mundo,
con mis dados de la fortuna destruir pueblos.
Con mis dardos de fuego aniquilar países.
Con mi losa de muerte reventar la tierra.
Quiero ser como tú,
no quiero trabajar, sólo seis días.
Y el séptimo descansar, para siempre jamás.

Quiero ser como tú,
quiero ser Dios.

UN MAL SUEÑO

UN MAL SUEÑO

Visiones, tengo visiones.
Visiones de niños jugando
de padres riendo
de tiempos felices.

Tengo visiones de mundos lejanos
de problemas resueltos
de vidas mejores.
De momentos infinitos.

Veo el futuro
veo en la noche
veo al final de los días.
Pero no hay nadie.

Veo un mundo mejor
veo una sonrisa en los labios de Dios.
Veo el final de los días.
Pero no hay nadie.

Hoy estoy seguro:
no fueron los políticos
no fueron las guerras
no fue el hambre
no hubo enfermedades.
Y Dios con la sonrisa en los labios.

Fue Él quien apretó el botón
quien puso el punto final.
El gran estallido.
Por eso no hay nadie:
le sobrabais.

QUÉDATE A MI LADO, aunque me duela.

QUÉDATE A MI LADO

Con amor o sin él.
Con ternura o sin ella.

Sin ilusión o sin ganas.
Sin esperanza o sin fe.

Sin besos
Sin caricias
Sin abrazos
Sin respeto
Sin lealtad
Sin tiempo de reposo.

Nada mi importa.
Sea como sea,
quédate a mi lado.

Miénteme.
Dime que me quieres.
Miénteme.

INTROSPECCIÓN

MÍRATE A LOS OJOS

Mírale a los ojos,
dile lo que ves, dile lo que ves.

Mírale a los ojos,
insúltale,
escúpele en la frente, escúpele en la frente.

Mírale a los ojos,
muéstrale el desprecio,
que no vale nada,
que nunca llegará.
Que para él siempre será tarde, siempre tarde.

Mírale a los ojos,
rómpele la cara, rómpele la cara.
Acaba con él.
Dile lo que ves.
Dile que eres tú.
Dile que eres tú.

Rompe ese maldito espejo y sobrevive.

ANÓNIMO PERSONAJE, ÉL



ÉL

Tú no sabes lo que es...
Toda la vida trabajando, para no conseguir nada.

Dejar la escuela para luchar
dejar los amigos, la familia, la propia vida
Para luchar.

Y luché,
y puedo decir que no dejé de hacerlo nunca.
Acepté responsabilidades, asumí riesgos,
toqué el peligro.
Rocé la muerte de tanto dar mi sangre.

Quise ser feliz y tuve esposa e hijos.
Quise triunfar y acepté un trabajo y otro.
Quise algo mejor, siempre algo mejor.
Sólo empeoré.

Toda la vida, toda esta vida,
para desperdiciarla.
Todos mis sueños, tantos sueños,
para despertar cada mañana saboreando
el fracaso. Siempre amargo.
Todo el trabajo, el agotador trabajo,
para romperme por nada.

Quise ser feliz, tuve esposa e hijos.
Ella me hizo sufrir, ellos me abandonaron.
Quise triunfar, y sólo encontré derrota.
Quise que me amaran, compañía en cada silla de la mesa.
Pero fue Soledad quien llamó a la puerta:
se instaló para no marcharse nunca.
Hoy me queda morir confiando en que
¡esta vida!
no se repita.

martes, 3 de marzo de 2009

OTRA HISTORIA DE MÉDICOS

HOSPITAL

Miro con tristeza a mis pacientes
¿con tristeza?
Estudio sus analíticas
y analizo mis estudios.
Preparo las rehabilitaciones
¿En verdad algo RE-habilito?
Ensayo las pruebas y pruebo los ensayos.

Camino, me arrastro,
por anchos pasillos
que huelen a enfermedad y antibióticos:
otra enfermedad.

Enfermos, enfermos por todas partes.
Enfermos ellos y enfermo yo.

Células que se multiplican sin control
huesos que se quiebran
pulmones que ennegrecen:
¡que se jodan y no fumen!
Corazones que estallan
venas que se cierran
cerebros que se pierden.
De la vida, del tiempo.

Se pone el sol al otro lado de la ventana
las nubes, grises como cenizas,
pesadas como plomos,
Roban toda su luz.

Aquí dentro:
las pieles amarillentas y las miradas vacías
roban toda mi vida.

Enfermos, enfermos, ¡hasta yo me pongo enfermo!
¿¡Por qué no te mueres, enfermo!?

Anhelo que venga el coche oscuro
ése que no tiene día ni hora,
que sólo es para dos plazas:
una tumbado.

Deseo que venga porque entonces,
sé que te vas.

Y lo mejor:
ya no vuelves.

TARDE DE MISA, a falta de fútbol.

LOS NUDOS DE LA TORTURA

Las cruces, los santos
el hombre de la barba, el de la calva brillante.
El ángel de la espada justiciera, el vengador
¿justiciera y vengador?
La virgen... ¡cuánto afán por las vírgenes!

La señora rubia: teñida
la del abrigo de piel: falso
La sierva y temerosa de Dios
¿sierva y temerosa?

El banquete de la eucaristía
Perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos...
¿Perdonamos?
No tengas en cuenta nuestros pecados,
que yo tendré los de los otros.
Démonos fraternalmente la paz.
¡La Paz!

La paz...
No puede haber paz en mi odio
No puede haber sino rencor y desprecio
No puede haber:
sino el infierno bajo mis pies.

ADELA.

ADELA

Se murió Adela
¿y qué nos queda?
El olor del incienso
Las gotas de agua bendita
La consagración
Los cantos del cura.

Nos quedan todos los pésames:
el pesar de una vida de penurias
de una guerra fraticida, como todas.
De una enfermedad insaciable, como pocas.
Nos quedan sus amigas
santiguándose,
por si acaso.
Sus hijas lamentándose,
por si la pena.
Sus cuentas vaciándose,
por si el fisco.

Nos queda el surrealismo de un albañil
que no puede enyesar el nicho.
¡Si por morir, se nos ha muerto hasta el yeso!
La broma inoportuna de un cura con acento sudamericano:
no es lo mismo, no es lo mismo.
Las conversaciones a la puerta de la iglesia
con la familia venida
Del precio del pan y del petróleo
De cómo son los hijos
De cómo está la vida.

Pero es la vida
la que ya no está.

DE TODO Y DE NADA

ASÍ CON TODO

Todas las lágrimas
todas las flores
todos los dulces.

Todas las cartas
todas las noches
todas las lunas.

Todas las caricias
todos los amores
todos los quieros.

Todas las ausencias
todas las razones
todas las esperas.

Todo lo que perdimos
y lo que no nos dimos.
Todo el fracaso
de este final anunciado.
Todo lo que no fuimos
porque no quisimos.

Todo lo que nos mentimos...
para acabar con todo
para quedar en nada.

lunes, 2 de marzo de 2009

LO INDIVISIBLE POR PRINCIPIO




AXIOMA

Si un cielo
una nube.
Si una nube
una tormenta.
Si una tormenta
el suelo.

Si un médico
un enfermo.
Si un médico y un enfermo
un cura.
Si un cura
la muerte.
Si la muerte
la libertad.

Si un pueblo
un cementerio.
Si un bosque
una carretera.
Si una pareja
una disputa.

Si una madre
un niño.
Si un niño
un tortazo.
Si un tortazo
una lágrima.

Si un mar
un pez.
Si un pez
una red.
Si una red
un barco
Si un barco
la muerte.

Si un pájaro
una pluma
Si una pluma
un tintero
Si un tintero
una carta
Si una carta
un te quiero
Si un te quiero
un te adoro
Si un te adoro
un sueño.
Si un sueño
un despertar.
Si un despertar
la soledad.
Si la soledad
la amargura
Si la soledad y la amargura
la vida.

Si la vida

una razón para morir.

ADIÓS

ADIÓS

Los gritos, los golpes, los insultos.
Voy cayendo.

El cuerpo destrozado, la cabeza decapitada,
la expresión desencajada.
Voy cayendo.

El suelo resbaladizo por el líquido viscoso,
que ya no está tibio, que sigue siendo rojo.
Más oscuro.
Las sirenas, los uniformes:
blancos, rojos, azules.
Las prisas, los equipos,
todos para salvarte.
Ya no hay tiempo,
ya te has ido.
Voy cayendo.

Hoy, los recuerdos de aquel día,
el amargo sabor de la memoria.
Voy cayendo.

Hoy, los grilletes,
la humedad de las paredes.
El olor de los orines,
la pestilencia de mis emociones.
La náusea de la vida que he de tragarme cada día.
Voy cayendo.

Los gritos de socorro son tus gritos.
Los reflejos de plata, el filo de mi navaja.
Los años que han pasado, los días que se han ido.
La vida, que se ha perdido.
Voy cayendo.

Hoy, del cadalso con los pies colgando.
La soga, torsión de recuerdos: los más fuertes.
Los más amargos.
Hoy, al agujero con los pies por delante.
Comprimido en una caja de arrepentimiento.
O de resentimiento.
¿Es por ti o es por mí que aún estoy vivo?
Vivo...


Sólo para seguir cayendo

EL TIEMPO, ESA CONCEPCIÓN INÚTIL

Nuestra intuición nos confunde enormemente acerca del tiempo. Cómo pasa, o no pasa, su velocidad, su inmutabilidad aparente. Pero todo esto no es sino producto del lugar, cósmico, en el que vivimos.
Esoterismos aparte, el tiempo está fuertemente relacionado con la gravedad. Compone una variable que los astrofíscos llaman espacio-tiempo. El tiempo es más lento según la velocidad de desplazamiento del sujeto. El tiempo puede llegar a detenerse en la frontera de sucesos de un agujero negro. Un minuto de mi tiempo no es un minuto del tiempo de mi perro.
Nuestra concepción del mundo, nuestra visión antropométrica y reducida de las cosas que nos rodean, impide que dediquemos la atención necesaria a múltiples, infinitos hechos que ocurren y no percibimos porque carecemos de la sensibilidad sensorial suficiente. Nada que ver con los sentimientos, sino con la capacidad del cerebro para captar y entender lo que nos rodea.
Así, reinventamos el tiempo a nuestro antojo: horas, minutos, y segundos.
EL TIEMPO

No me queda tiempo para terminar estas obras
ni para empezar otras nuevas.

No me queda tiempo para dejar de fumar
ni para seguir haciéndolo.

No me queda tiempo para echar a correr
ni para pararme.

No me queda tiempo para aprender
y no puedo seguir olvidando.

No me queda tiempo para mis hijos
ni para los suyos.

No me queda tiempo para quererte ni, estás de suerte,
para seguirte odiando.

No me queda tiempo para pedirte perdón
ni para hacerte daño.

No me queda tiempo para reír
ni para llorarte.

No me queda tiempo para ser yo mismo
ni para seguirme mintiendo.

No me queda tiempo para ser un valiente
ni para más cobardías.

No me queda tiempo para empezar a volar
ni para dejar de arrastrarme.

Pero sí me queda, para esto sí me queda,
para sufrir mis errores
y hacer sangre en mis fracasos
.