domingo, 10 de marzo de 2013

O´CLOCK



O´CLOCK


En protocolario acto de aniversario
conmemorativo en este caso alegre y para los invitados festivo
hago solemne entrega de un preciado regalo.
Preciado no por su precio sino por lo que contiene:
una redonda caja para calcular los segundos
que separan los actos que dividen el día y la vida en pedazos.

Con brazalete de piel para abrazarse a tu piel,
y ambos unidos sepáis la prisa que se marca el destino:
¿Es ahora o después cuando interrogar debo y de lo mío qué?

¿Y de mí qué será?, pues qué fue ya lo sé.

Del regalo no te tienten las agujas:
no son para pinchar uvas ni atrapar mariposas ni coser
de otro bebé manoplas.
No te pincharás las yemas con ellas como quien coge moras.
Ni las venas que no hay droga más dura que esta de vivir cada día
y con indulgencia afirmar que controlas
y lo puedes dejar cuando quieras.

Déjalas que den vueltas y vueltas a la rueda que lleva el día a la noche.
Que torna la noche día.
Pídele que te pillen despierta los buenos momentos,
que no pierdas detalle de cuantas alegrías sucedan.
Que los malos transcurran en las horas de sueño,
pues los sueños, dicen que sueños son.

Que no pase un segundo sin que tú te des cuenta,
y en cada uno puedas elegir lo que más te convenga.
Que no te dé martillazos el mazo del tiempo,
y si alguno se escapa, te pille a cubierto.

En protocolario acto vengo a entregarte esta caja redonda
llena de agujas ejes y ruedas.
Confío que para atrapar el tiempo te sirva,
y que como escudo te proteja contra la lluvia de flechas

de las horas muertas.

  

© CHRISTOPHE CARO ALCALDE


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