jueves, 10 de junio de 2010

DESPEDIDA


DESPEDIDA


Y me despido con un beso.
Un beso de labio grueso y de trazo grueso.
Un beso que estalla como uva madura
en la capilla rosada de tu paladar.
Un beso avieso y travieso.
Un beso agresivo invasivo intrusivo y canalla.

Me despido con un beso que muerde los labios.
Que se enrosca en tu lengua hasta inmovilizarla.
Un beso anaconda sin final y letal.

Me despido con un beso gusano
que buscando mejor refugio te da dos vueltas al cuello
con su hilo de seda: un beso collar.

Me despido con un beso rodante.
Y cayendo por el desfiladero de tu esternón
ansía hacer cumbre en las blancas colinas,
gemelas monocigóticas,
que entre tus dos hemisferios alteran el clima.

Me despido con un beso que desciende sediento
al tranquilo oasis de tu ombligo: un beso gravitatorio.
Y allí repone fuerzas mientras tú
en retaguardia has replegado todas tus fuerzas.

Me despido con el beso que te dije invasivo y ahora explorador:
de tus pasadizos secretos al interior de tu interior.
De tus criptas y túneles de evasión.
Te seguirá mi beso a ese lado
donde hace rato que parece que te has ido.

Me despido con un beso que te he dicho invasivo
explorador, gusano, gravitatorio y collar. Caliente y frío.
Escalador en rappel lento por los pilares de la tierra
de tus piernas.
Beso ratón juguetón. Royendo las cinco orugas asustadas
de cada uno de tus pies.

Un beso ladrón que te roba el pensamiento
la conciencia y la consciencia
el aire que se te escapa o atraviesa
y que cuando dudas entre gemir o gritar
te dice sereno:

Hasta mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario