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VENTA
Al final resultó ser que no eras nada.
Largo el discurso elaborado. Abultada tu suficiencia
intelectual.
Aparente tu sabiduría. Meditada tu opinión
ponderada.
Pero no eras nada.
Una representación del personaje que a los demás
vendes:
con una sonrisa buenas palabras y besos,
convences.
Pero de ahí no pasas. Solo prometes:
haré cambiaré lograré me esforzaré lucharé ya
veréis. No decepcionaré.
Cenizas en tierra quemada, humo en el viento, polvo
en la arena,
lágrimas en la lluvia, lluvia en el océano. Océano
en el universo.
Universo en expansión y viejo.
Nada que no sepamos nada que no hayamos visto
nada distinto de nada.
Eres solo fachada, y ésta también se te cae. Tantos
son los años
de abandono y pereza.
Derrochado has las oportunidades. Ignorado la
ayuda prestada.
Las concesiones que hicimos por apoyar tu
causa, parece que no las viste:
no las aprovechaste, tampoco las agradeciste.
No eras más que un vendedor de ideas, algunas
descabelladas,
pero que quisimos creer.
Tanta era la necesidad de reparar el desastre
Estábamos tan perdidos en medio de aquella
tormenta.
Ya había sido anunciada pero actuar no quisimos:
miedo a tomar decisiones que primero sangran y
duelen.
Después ya se verá si resuelven.
No eres más que un buen comercial con un solo
producto en cartera.
Llámalo tú.
No ofreces más referencias.
Y ahora que lo sabemos, ¿qué es lo que vamos a
hacer?
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