jueves, 26 de agosto de 2010

LOOSING


LOOSING


No perderemos más.
Más de lo ya perdido.

No saltaremos al vacío de nuevo.
Ni lloraremos por los amores olvidados.

No sufriremos por lo que se fue.
Ni cómo por qué con quién.

No haremos preguntas pues no habrá una sola respuesta.
Y no nos gustarán.

No temeremos al desafío:
al desafío a ser desafiados.

No nos acobardaremos cuando nos arrojen un guante.
Y nos batiremos en duelo para defender lo nuestro.
Acaso lo nuestro sea acabar con lo vuestro:
por fuera y por dentro.

Largos serán los días después de la lluvia:
la lluvia de ojos.
Largos, cálidos y luminosos.

Nos beberemos las botellas de ron.
Dame mentira que quiero soñar que soy libre y feliz.
No quedará una que no esté vacía.

Mataremos un carnero para festejar el fin del infierno.
De aquellas llamas haremos la lumbre que nos abrigue el próximo invierno.
Encenderemos la antorcha que nos ilumine el camino:
el camino hasta encontrar un te quiero. Verdadero.
Juntos cada paso será más firme, decidido y seguro.

Haremos de la agonía del malvivir la alegría de vivir:
todas las horas como una sola.
Pero no estaremos solos ni sólo seremos nosotros:
será una potencia de n nuestro uno más uno.

Saltaremos, correremos. Otra vez lloraremos.
La lluvia de ojos.
Pero será de alegría.

En el lugar donde nos dejó la vida,
la vida que hemos dejado en nuestro punto de partida,
partiremos con algo más que lo puesto desde la casilla de salida.
Partiremos, ya lo hemos hecho, con el amargo pasado que tanto nos torció la vida.
Tal vez ya estaba torcida y sólo la enderezó.

Hemos trazado dos líneas, dos líneas en paralelo,
y así avanzamos la vía.

No será el transiberiano, tampoco el oriente exprés,
pero será nuestro tren al que, cogidos de la mano con fuerza,
con ilusión hemos saltado.

Hay tiempo para disfrutar del paisaje, renovar el equipaje.
Ver la luz al final de cada túnel.
Apearse de visita en cada estación que elijamos.

Llenaremos las maletas sólo con lo que valga la pena.
Deberemos ser cuidadosos para evitarnos sorpresas.

No perderemos más: es tiempo para ganar.
No saltaremos al vacío: juntos ya lo hemos llenado.
No lloraremos: el dolor algo nos ha endurecido.
Ponte aquí, justo a mi lado, que si no me siento perdido.

Largo quiero que sea el camino, siempre que sea contigo.
Cálido como tu abrazo. Luminoso como el fondo de tus ojos.

Me pongo aquí, justo a tu lado. Que todos sepan
cuál es mi sitio.

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