jueves, 11 de julio de 2013

O EN COMPAÑÍA DE OTROS


O EN COMPAÑÍA DE OTROS


¿Y no te cansas ya de tanta lucha diaria?
En la batalla contra el grueso ejército de los acontecimientos,
hasta las cejas armado de adversidad y circunstancias complejas, 
todas las vas superando.
No será por ganas sí por obligación:
la condena perpetua de que debes seguir avanzando.
Nadie sabe por que. O sí.
¿De verdad puedes seguir avanzando?

Será que no hemos visto encontrado inventado un sistema superior.
No sé si más elevado.
Nos conformamos con lo menos malo,
para ir malviviendo,
ante la inmensa duda de que tal vez no haya nada mejor
por conocer. Más vale pájaro volando:
al menos hay uno libre. Dejémoslo en paz.
Ah no, que era el revés,  
aunque no habrá paz para el pájaro en mano.

Y aquí estamos en la trampa de esta realidad que nos produce náuseas.
Estrangulados con los retortijones de que ¡tienes que seguir avanzando!
Vomitando rabia desesperación descontento apatía tristeza abatimiento.
Sacudiéndonos la soledad que nos persigue. Que no nos deja solos,
¡por una vez!

Todos a una todos juntos todos solos. Y nuestras cadenas:
sólo éstas nos acompañan. No hay fidelidad que las supere.
Sin saber dónde vamos, recordar lo pasado no queremos:  
delata de dónde venimos, a quienes no deseamos decirlo.
¡Oculta tu origen, bastardo!

No nos preguntamos para qué, por que hacemos lo que hacemos.
Qué nos motiva qué nos desgana quién nos obliga.
Todo da igual es una corriente es una maraña es una telaraña.

De imposiciones. De gente. De confusiones.
¿De verdad, hay que seguir avanzando?


  

 © CHRISTOPHE CARO ALCALDE

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