sábado, 25 de mayo de 2013

SE BUSCA VIVO

SE BUSCA VIVO


Me hago llamadas perdidas, unas diez veces al día.
Me dejo mensajes de cariño en el muro; también en la pared de mi casa
no vayas tú a creer que es en el feisbuc sólo.
Me envío correos electrónicos, con chistes estúpidos
y avisos de cita urgente. No acudo por temor a perderme:
me propongo en sitios exóticos y paraísos de ensueño, siempre.
En los que nunca he estado y no será por falta de querer.

Me lanzo ráfagas de guasap con fotos de mi mejor perfil:
sonrío a la cámara y a todo aquel que quiera verme.
Tal vez escupirme.

Mi amistad ofrezco en la sección de contactos. Y lo que pueda surgir.
En ocasiones me llamo y hasta ahora, nunca contesto.
Temo decirme que sí. ¡Siempre te estuve esperando!

Me escribo cartas anónimas ofreciéndome cariño compresión y respeto.
Si acaso, algo de amor.
Recibo flores que encargué el día anterior. Nunca acierto el color,
sí el olor.
En mi buzón dejo notas redactadas a vuela pluma y la prisa de un suicida:
leídas con furtivismo las oculto bajo el colchón, por si acaso.

En el tablón de anuncios del barrio he colgado ayer un anuncio urgente:
“Perdido hombre blanco sin hijos mujer ni cargas, busca encontrarse a sí mismo.
Ruego a quien conmigo dé tenga un trato correcto. Es un ser inofensivo.
Se gratificará: a él con un largo abrazo.
A ella con un largo muy largo beso.”

Qué más se puede esperar.


 © CHRISTOPHE CARO ALCALDE

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