jueves, 2 de mayo de 2013

TANGUILLO AMARGO



TANGUILLO AMARGO


¿Y no habrá un momento sublime,
entre todos los momentos tristes,
que reponga el malestar a su origen
cuando era acaso un bienestar ficticio?

¿Y no habrá argentinita querida un tango menos siniestro
con más pasión y menos tormento
que podamos bailar sobre esta traidora pista de aceite?
Sin caernos sin rompernos.

¿Y tendremos que recorrer millones de kilómetros
para no llegar a ningún sitio? Y no lograr nada salvo el agotamiento.
También la desesperación.

No habrá más baile chilenita hermosa de tus hermosuras sola.
Se fueron los músicos a trabajar a las minas de carbón.
Para los hornos donde la tiranía quema personas y se queda con sus bienes.
Incluidos pelo uñas ojos y dientes.

Y no nos quedarán sino los tropezones de los malditos
arrastrándose por el resbaladizo suelo, antes con aceite ahora con la sangre
de los degollados ante sus hijos.
Para que el miedo al terror, el terror al pánico que provoca la barbarie,
no les deje combatir.

¿Y no habrá guyanesa mía otra salida sino el incendio y la destrucción?
De todo y de todos nosotros y ellos.
El final de esto conocido para que, tal vez,
se haga sitio a un nuevo principio.

¿Será ese, bahameña linda,
el momento sublime que tú y yo estamos esperando
y que es seguro ya no veremos?




© CHRISTOPHE CARO ALCALDE

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